Desde hace algunos días las lluvias se apoderaron de las calles de Venecia, dejando al menos un ochenta por ciento de la ciudad bajo el agua.
“Venecia está de rodillas. La basílica de San Marcos ha sufrido graves daños, así como toda la ciudad y las islas”, añadía por su parte el alcalde, Luigi Brugnaro, en rueda de prensa.
El alcalde compareció muy afectado por los destrozos y aseguró que había visto a gente llorar “porque había perdido todo” y que ha llegado el momento de dar “una respuesta histórica” para salvaguardar una de las más importantes “tarjetas de visita” de Italia.
EFE