El salón comunal de la urbanización Libertadores de América, en San Antonio del Táchira, se convirtió en el centro de atención de católicos y curiosos, una vez se expandiera la información de que una imagen de la Dolorosa había comenzado a derramar lágrimas, desde este lunes, en horas de la tarde.
Eran las 6:30 p.m. cuando la señora Nubia Méndez decidió resguardar la imagen de la Virgen en un depósito del salón. La dama, que funge como líder de cuadra, estaba en el sitio para firmar una carta a un vecino. “Cuando agarré a la Virgen, vi que estaba llorando. De inmediato le avisé a la secretaria, quien también se encontraba en el sitio”, dijo.
Aún con la emoción tallada en su mirada, Méndez aseguró que una de las lágrimas, que surcaba por el rostro de la imagen, cayó en uno de sus dedos. “Damos fe de que es verdad. Nosotros, en los 12 años que tiene la Virgen con la comunidad, jamás la habíamos visto llorar”, expresó.
En este sentido, no duda que se trate de un mensaje divino, que tenga que ver con el país. “Algo va a suceder y esperemos que sea para bien”, indicó, con una voz que se quebrantaba, producto del regocijo que la embarga.
Desde ese instante, la vigilia no ha parado. Cientos de personas han arribado a orar o, simplemente, motivadas por la curiosidad. Además, el párroco de la Basílica Menor San Antonio de Padua ya está al tanto de lo que pasa en esta urbanización. “Esperamos sus instrucciones para saber si la Virgen continuará aquí o será llevada a la iglesia”, apuntó.
“El mensaje es que debemos estar unidos, que dejemos las peleas. Ella está llorando porque nos ve alejados. También puede ser un mensaje de que va a llegar algo bueno para Venezuela. Ella llora porque nos ve sufrir. Pero sé que su mensaje es bueno”, es la interpretación que hace Carmen Alicia Moreno, de 65 años.
Como creyente, y en especial como mariana, Moreno resaltó que las puertas del salón seguirán abiertas para todos los que deseen acercarse. “Algunos vendrán a decir que es mentira, pero el que cree debe tener esa fe inquebrantable. Hay que orar”, manifestó.
¿Cómo llega la Dolorosa a Libertadores?
Hace 12 años, Isabel Pineda, una de las fundadoras de la urbanización, recibió como regalo la imagen de la Dolorosa. Ella, siempre devota a la Virgen, ya tenía varias en su hogar, razón que la empujó a regalarla al salón comunal, donde la gente suele hacer diversos actos católicos.
Así, la Virgen pasó a ser una imagen de la comunidad, de sus feligreses. El lunes, cuando empezó a llorar, “la señora Nubia llegó a mi casa y me dijo: `Isabel, su Virgen está llorando´. Dejé todo y corrí hasta el salón. Allí la vi, dos lágrimas aún recorrían sus mejillas. No tardamos en comenzar con el rosario”, puntualizó.
“No las toqué (las lágrimas) porque estaba muy emocionada y algo nerviosa. Lo que hice fue agarrar sus manos y decirle: Madre, qué mensaje nos quiere dar. No era capaz de hablar”, recordó Pineda, aún con su corazón henchido por la alegría que siente.
Entretanto, Neyda Pulido, de 55 años, describió cómo fue el momento que vivió cuando se paró frente a la Virgen: “un escalofrío invadió mi cuerpo y me dieron muchas ganas de llorar. Yo sé que Dios nos está hablando por medio de ella, nos dice muchas cosas”, reflexionó.
Pulido hizo hincapié en la necesidad de avivar la fe, de creer en las señales de Dios. “A la Virgen le pedí por la salud de mis hijos y por la paz de Venezuela”, destacó.
La Nación