Falleció paciente quemada que no pudo ser trasladada a Maracaibo

Una mujer identificada como Yurimar Rojas, falleció la mañana de este viernes en la emergencia de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET) de Valencia, donde estuvo desde la noche del miércoles pese a que en el lugar no contaban con lo necesario par atenderla, tras haber sufrido quemaduras de primer grado en 99% de su cuerpo.

Ella no podía ser trasladada hasta el Centro de Atención Integral para el Quemado (Cainpaq) del Hospital Coromoto, en el estado Zulia, sin que se le garantizaran en un helicóptero, las condiciones máximas para su condición. Aún no se ha informado de manera oficial por qué no fue llevada a la unidad.

Los hechos ocurrieron así:

El día del accidente, ella estaba celebrando el cumpleaños número 12 de hija Valeria Prado. Estaban en su casa, ubicada en el barrio La Victoria, al sur de la capital carabobeña. Era una reunión sencilla con unos compañeros del colegio Monseñor Juan Bautista Scalabrini. La agasajada estaba en el cuarto con otras cuatro amigas cuando escucharon una explosión que las tumbó y las quemó al puntó que salieron con la ropa adherida al cuerpo.

Rojas estaba en la cocina, iba a hacer unos tequeños para darle a los invitados, la mayoría estaba afuera de la residencia, cuando producto de una fuga de gas ocurrió un fenómeno llamado deflagración que causó un incendio de tercera clase con daños no estructurales en la vivienda y la afectación por quemaduras de primer grado también en las niñas que se encontraban con Valeria: Ninoska Fernández, Rebeca Restrepo, Branyelis Pereira y Gleismaris Abeldaño.

La cumpleañera aún lucha por su vida. Ha sufrido dos paros cardíacos y tiene más de 80% de su cuerpo quemado. Ella está conectada a un ventilador mecánico porque las vías respiratorias resultaron severamente afectadas tras inhalar el gas y el humo.

Las otras cuatro menores tienen más de 70% de sus cuerpos con quemaduras en rostro, brazos, pecho y espalda. Aún se tramita para ellas el traslado al estado Zulia.

Las madres de las niñas manifestaron que hasta ahora han sido atendidas con insumos, medicamentos y exámenes de laboratorio que han costeado fundaciones y droguerías privadas. «Cuando llegamos nos dijeron que aquí no había nada para ayudarlas, mientras el gobernador Lacava sigue haciendo fiestas y show», expresó Erika Botín, madre de Rebeca Restrepo.

Caraota Digital

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