El concepto “política” es entendido de varias maneras, algunos lo asocian al poder otros a el servicio, lo real es que la política está presente en nuestras vidas y determina en gran medida nuestra decisiones, para poner un ejemplo fácil de entender basta tomar como referencia la emigración forzada de millones de venezolanos por consecuencia de la situación política, algunos dirán que las razones no son políticas sino económicas y/o sociales, pero hay que entender que estas dos últimas se encuentran íntimamente ligadas a la primera, la inexistencia de un equilibrio entre economía y política desencadena una inevitable crisis social, de allí la importancia de conseguir una estabilidad política lo antes posible.
Soy un convencido que la política es ante todo un ejercicio intelectual, las acciones políticas y sus resultados son consecuencias de este discernimiento o razonamiento que hacemos frente a una situación específica, actuar sin este paso previo nos dará como resultado cualquier cosa menos lo que realmente esperamos, aquí me detengo para analizar lo que a mi modo de ver pueda ser una de las causas de los fracasos reiterados de la oposición venezolana frente a un gobierno sin respaldo popular pero que sigue manteniendo el poder.
En mi opinión la oposición venezolana ha descuidado el paso previo al que hago referencia en este artículo, el cual identifico como “política inteligente”, cuyos únicos requisitos son la formación intelectual del político y el debate inclusivo de todos los actores políticos para generar una estrategia, la oposición venezolana ha navegado entre múltiples estrategias que terminan golpeándose entre ellas para terminar fracasando, mientras en el otro lado tenemos a un gobierno con pésimos resultados y sin apoyo popular pero con una clara y definida estrategia de poder que cumplen rigurosamente generándole resultados favorables.
La oposición venezolana necesita romper el esquema de las múltiples agendas y abrir un debate intelectual, serio, honesto e inclusivo que derive en una única estrategia que canalice el descontento mayoritario presente en Venezuela, no importa el tiempo que pueda tomar, es preferible retrasar las acciones desordenadas y obtener una estrategia exitosa. Otro tema importante es el de la intolerancia opositora, hay que tener claramente definido que opositor es aquel que manifieste estar en contra del gobierno y sus acciones así lo demuestren, las etiquetas de «colaboracionista», blando, conservador, moderado, radical, extremista o cualquier otro calificativo que se les ocurra debe ser eliminada, en una estrategia exitosa todos los opositores son necesarios.
Venezuela tiene un futuro por delante y este depende únicamente de los venezolanos, asumir la política con inteligencia es uno de los grandes retos que tenemos en el presente, seguimos teniendo oportunidades para detener la triste realidad que nos tocó, para ello será necesario usar la inteligencia colectiva, nadie es mejor que nadie, todos son importantes, todos tienen algo que aportar, la oposición es una sola y para trascender las individualidades dañinas hace falta tener una estrategia colectiva inteligente.
Jose Lombardi / @lombardijose