La necesidad de que las mujeres vuelvan a parir en el hogar y que tengan una preparación amorosa y vigilada durante la gestación, es la finalidad del primer taller abierto y gratuito Descolonización del parto dictado en la sede de la Alcaldía Bolivariana de Maracaibo.
Esta actividad se llevó a cabo la tarde del martes 3 de diciembre en los espacios del museo de artes gráficas Luis Chacón, donde las promotoras y promotores del parto humanizado iniciaron el proceso de instrucción auspiciado por la Alcaldía, a través del Instituto Municipal de la Mujer e Igualdad de Género (Immig).
La directora de Immig, Luisa Araujo explicó que este primer taller inaugura una serie de talleres de formación de parteras humanizadas que se desarrollarán en 2020.
Araujo destacó la necesidad de las venezolanas de apoyarse mutuamente para defenderse de la violencia obstétrica, así como de reencontrarse con los conocimientos ancestrales relacionados a la gestación y el nacimiento.
La ponente principal de este taller fue la partera naturalista María Chiquinquirá García, oriunda del estado Mérida. Ella subrayó que aquella formada como partera sabe cómo atender y resolver complicaciones como un parto gemelar o un cordón umbilical enrollado, entre otros.
García, llamada cariñosamente Kachi, se comprometió a compartir sus saberes en los futuros talleres. «Debemos recordar que se trata de un acto fisiológico natural de la mujer, pero además debe ser una fiesta por la llegada de un nuevo ser», aseguró García.
La otra ponente invitada fue Olga Noriega, quien expuso cómo se ha mercantilizado el parto, para transformarlo de un proceso activo y vertical a uno pasivo y horizontal donde la mujer queda a merced de los médicos y se desconecta de su propio cuerpo.
«Debemos descolonizarnos porque fueron los españoles quienes inyectaron la carga negativa del parto, como si se debiera sufrir», declaró Noriega, «es nuestro derecho decidir cómo, dónde y con quién deseamos parir».
Promotoras del parto humanizado
El taller contó con la asistencia de múltiples interesados en convertirse en parteros formados; como representantes de consejos comunales como Cristo de Aranza y Coquivacoa.
La jefe del departamento de Misión Vivir y representante de la Dirección Integral de Pueblos y Comunidades Indígenas, María Gómez, así como Ángela Uraríyu, asistieron con la intención de llevar las políticas del parto humanizado a las comunidades indígenas. «Esa es nuestra responsabilidad humana y más aún como ciudadanas indígenas», resaltó Uraríyu.
Iriangela Torres asistió con la intención de promover la práctica, ya que espera a su nieta con el parto en casa de su hija Galilea. «No permitamos que en las generaciones futuras continúen sembrando el terrorismo emocional que nos impone cómo debemos parir», sentenció Torres.
Nota de Prensa