La medida del «pico y placa» puesta en práctica por la Gobernación del Zulia para «controlar» la colas de gasolina es un fracaso total y la aseveración se hace tras observar el caos en las estaciones de servicios.
Lejos, pero muy lejos, de aminorar la presencia de carros en las «bombas» se ha generado un efecto contrario.
Este lunes se cumple una semana de la instrumentación de la medida y al hacer un balance de la determinación del Ejecutiva zuliano, las colas no bajan ni cesan.
El proclamado éxito del «pico y placa» es una cháchara política. La aplicación es un fracaso rotundo.
Los usuarios de las redes sociales exponen la situación de forma cruda:
https://twitter.com/Jh0nny_17/status/1209057128687849473
Colocar las quejas de los conductores haría interminable esta nota de prensa ya que las opiniones son infinitas.
Pero todas coinciden en el hecho que la medida ha agudizado el problema para surtir los automóviles.
Incluso la realidad que viven los usuarios hizo que le cambiaran la denominación al plan de la gobernación por el de «Pico y Plata» o «Pico y Maraña».
Basta preguntar a algunos de los que si se calan las colas para conocer la situación: «ayudantes» de las estaciones solicitan entre 15 y 25 dólares para colocarlos en el surtidor de manera express, para unos cuantos es accesible, la mayoría padece la tortura.
Jactancia Oficial
Tres planes de control de venta de gasolina se han aplicado en el Zulia.
El primero fue la instalación de la Tarjeta de Abastecimiento de Gasolina (TAG) conocido popularmente como «chip». Luego vino el racionamiento evidente al establecer la colocación de 30 litros por tanque y ahora el «Pico y Placa».
Con los tres, los funcioanrios de turno, han asegurado que serán la solución definitiva al problema de la gasolina. Los tres solo han ido escalando la crisis.
La semana pasada el Seretario General de Gobierno, Lisandro Cabello, indicó que la aplicación del Pico y Placa había alcanzado una disminución del 50 por ciento de las colas.
“Las colas en las estaciones de servicio han bajado 50%”, el plan es revisado cada hora para mantener la mejoría”, aseguró pero la experiencia acumulada en las últimas horas dice lo contrario.
Inccluso el jefe militar de la ZODI Zulia, días antes de la instrumentación, aseveraba de forma categórica que con la aplicación del «Pico y Placa» “¡tienen que bajar las colas!, si no bajamos las colas estamos frente a un fenómeno inexplicable”.
La experiencia estrágica del G/D Carlos Ríos Urbano falló.
Reventa
Las «estaciones ambulantes» se multiplican en las calles del Zulia.
Pimpinas de cinco, diez y 20 litros se aprecian en muchas aceras de la región ofreciando el «vital líquido». Las autoridades se hacen la vista gorda ante la crisis que se vive.
El precio en la reventa de gasolina ha sido volátil en la última semana, Una pimpina de cinco litros ya se «cotiza» en el mercado hasta en 100 mil bolivares. Una verdadera locura.
Este domingo un conductor de autobús de la ruta 5 de Julio se quejaba de haber pagado 500 mil bolivares en efectivo a un «bombero» para poder «tanquear» y así poder salir a trabajar.
«No es justo que se aprovechen de esta manera como si los cobres se consiguieran tan fáciles», a la vez indicaba que tras conseguir el combustible la unidad «agarró una falla».
En las redes sociales circuló este domingo un vídeo que demuestra otro tipo de colas para despachar gasolina, pero para Colombia a través del contrabando de extracción.
Diario Contraste