Un golpe de los que luego al final del año se pasan en los highlights que se tradujo en un eagle impidió que la portentosa remontada del golfista español tuviese un éxito completo. Rahm tuvo como consuelo el segundo puesto, una vuelta de 66 golpes que lo confirman como un estupendo competidor y un buen final a un curso sobresaliente en el que ha logrado cuatro victorias y tres segundos puestos. Fue significativo que sueco y español, dos de los tres jugadores extranjeros del torneo, ocuparan las dos primeras plazas. Justin Rose fue quinto.
Fue una jornada de una intensidad suprema. Al tiempo que Rose, el campeón olímpico, se animaba con cinco bajo par en los primeros nueve hoyos hasta 11 bajo par, Tiger Woods (-14 en ese momento) se quedó en solitario en el liderato en el hoyo 7, con Stenson y Thomas a un golpe y Jon, a dos. Woodland, en un arranque catastrófico con dos bogeys y un doble bogey en los cuatro primeros hoyos había claudicado; Reed tampoco encontraba regularidad. Como si estuviesen escalando el Tourmalet, el grupo de arriba se resumía a cuatro con Reed haciendo la goma. A falta de nueve hoyos, los tres rivales reales de Rahm le sacaban un golpe; Patrick, lastrado por la penalización del sábado, se unió a los pretendientes tras el hoyo 11 con un birdie.
Justin Thomas, que nunca había perdido un cara a cara con Tiger cuando ha sido emparejado en el mismo partido, el golfista de las nueve victorias en los tres últimos años, deshizo la igualdad con un eagle, tras una bella madera, en el 11, que minimizó los birdies de la megaestrella y Stenson, que había jugado los cuatro pares 5 afrontados en uno sobre par. La diferencia con Jon, que no las estaba dejando cerca, se abrió a tres golpes. Quedaban seis hoyos y Rahm necesitaba enseñar su versión más rotunda, la que suele adoptar en momentos de máxima presión.
En el golf cuenta el cuánto y no el cómo. El chico de Kentucky, determinante, aguantaba el liderato sin apenas coger calles. Woods, que en toda su carrera sólo ha dominado la estadística de precisión en los golpes de salida en cuatro torneos incluído este Hero Challenge de 360 que ha jugado, expresaba todo lo contrario. El enésimo golpe fuera del fairway de Thomas, en el hoyo 13, tuvo como resultado un bogey, justo en el momento en el que un putt de cuatro metros de Jon entraba por todo el centro en el 14 (par 4 de sólo 270 metros). El vizcaíno recobraba vida y, en el siguiente hoyo, saltaba al liderato con un putt de 12 metros para eagle, que le empataba a 16 bajo par con Stenson. Thomas estaba a un golpe. Tiger, que se enredó en los alrededores del green de ese hoyo chollo 14 (bogey) y Reed, que peleó hasta el final, a dos.
Otro purazo de Rahm, de 7 metros en el 16, le puso por primera vez en el torneo como líder en solitario, con el comodín del par 5 que Stenson tenía. La sonrisa apareció en su rostro, la confianza, ese espíritu de ganador que define su actitud. Jon era Jon.
Pero Stenson se sacó el golpe del torneo en el último par 5. Jugó una madera a un palmo de la bandera en el segundo golpe y el eagle dio la vuelta al marcador. Se puso líder con 18 bajo par. Jon, con sólo un hoyo por jugar, lo intentó hasta el último golpe. Pero, a diferencia de Dubai hace una semana, no se produjo el birdie final. Stenson enlazó tres pares y su primera victoria en más de dos años. Al lado de su residencia, que es una ventaja.
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