Para el economista Luis Oliveros, el problema del abastecimiento de gasolina en el país tras el declive de la estatal Petróleos de Venezuela “llegó para quedarse”, pues a su juicio, no es este un conflicto que pueda dirimirse en el corto plazo, a pesar de que la demanda de combustible es la mitad de hace diez años.
“Las refinerías en Venezuela son uno de los problemas. Están produciendo niveles muy bajos, tal vez los más bajos de la historia en la industria petrolera venezolana, los combustibles que consumimos en Venezuela son importados y la falta de dinero de PDVSA junto a las sanciones están afectando la producción de combustible. El problema es tan grave que ya llegó a Caracas. Es difícil saber cuándo se va a acabar, o si esto va a exacerbarse, porque además no hay información oficial, más allá de lo que dijo Rafael Lacava de que las cosas se van a mejorar. Es el único vocero oficial que se ha pronunciado sobre el tema”, analizó Oliveros en una entrevista concedida a El Cooperante.
El especialista recordó que en el pasado reciente, Venezuela importaba combustible de Estados Unidos. No obstante, las sanciones ha obligado a la otrora poderosa estatal adquiere el producto con sobreprecio y por vías alternas, generando problemas logísticos y financieros en una economía que ya acumula dos años de hiperinflación y cinco de recesión.
Temor de la ciudadanía
Oliveros no cree que la escasez de combustible se deba a un exceso de demanda por nerviosismo.
“No creo que porque la gente se pone nerviosa y compre combustible se acaba el combustible, porque si las refinerías estuvieran trabajando al tope, pudiera estar enviando constantemente gasolina si se acaba, y lo otro es que el parque automotor en el país ha caído mucho en los últimos años, la demanda hoy puede estar en la mitad de lo que estaba hace 10 años“.
En ese sentido, recalcó que no se puede culpar a la gente por no tenerle confianza a PDVSA, y que en cambio, es una acción lógica y entendible de los venezolanos, de que aunque tenga el tanque casi full decida hacer la cola.
Exportación a Cuba
Según un reporte reciente de Argus, Venezuela importa actualmente alrededor de 60.000 barriles diarios de gasolina para atender sus necesidades. Los aliados de Rusia, India, España y China, a través de complejas operaciones, son los que hacen posible este goteo de combustible.
No obstante, Maduro redirigiría buena parte de ese combustible al régimen cubano para impedir el colapso energético de la isla. De hecho, según denunció el líder sindical petrolero, Iván Freites, el régimen de Maduro entregó este 5 de diciembre un buque a Cuba con 50.000 barriles de gasolina y 140.000 barriles de gasoil en medio de la crisis de abastecimiento nacional.
“En noviembre Rosneft trajo a Venezuela 2.730 000 barriles de gasolina,en Diciembre 3.500.000 barriles. Total 6.230.000 barriles.Donde está esa gasolina ?Que dicen los funcionarios de control de PDVSA. Qué hacen los diputados de la Asamblea Nacional? Son cómplices todos en el saqueo?”, expresó Freites en un tuit.
Pronóstico para el 2020
Por otra parte, Oliveros también detalló que si las sanciones económicas de Estados Unidos hacia Venezuela se agudizan, posiblemente haya más inconvenientes para que PDVSA consiga combustible.
“Este es un problema que llegó para quedarse. Ahora el tema está mucho peor de lo que debería ser. Venezuela debe hacer inversiones en sus refinerías y no cuenta con el dinero. Hay que tomar cartas en el asunto, tiene que haber un cambio en la manera en que se está manejando el tema de las refinerías y no parece que PDVSA tenga la capacidad de hacerlo, por lo menos no a corto plazo. Entonces yo creo que el problema va a continuar, quizás no tan grave como en la actualidad, pero si creo que es un problema que Venezuela no podrá resolver a corto plazo“, sentenció.
Por último, trascendió que la refinería de Amuay dispondrá, con la llegada de nuevos cargueros e insumos en los próximos días, la posibilidad de retomar su deteriorada producción, aunque el volumen a procesar es bajo, por lo que se prevé que solo Caracas sentirá un alivio en el suministro de gasolina.
El Cooperante