Una pareja falleció, por traumatismos generalizados, a consecuencia de un aparatoso choque entre dos vehículosregistrado este miércoles en la mañana en la carretera Panamericana, vía La Tendida, en el municipio Samuel Darío Maldonado.
Las víctimas fueron identificadas como Jesús Manuel Leal Molina, de 25 años, efectivo de la GNB, adscrito a la Guardia del Pueblo, y Mary Zonia Rodríguez Gudiño, de 47 años, quien laboraba en el área de cocina en el comando de ese cuerpo castrense, ubicado en La Tendida.
El militar y la dama eran vecinos, tenían domicilio en el barrio 19 de Abril, en Coloncito, municipio Panamericano, y se movilizaban en un vehículo Chevrolet Aveo, gris oscuro, placa AB227AV. Leal Molina le estaba dando la “cola” a Rodríguez Gudiño, por cuanto llevaban el mismo destino.
Quedaron atrapados
El lamentable hecho, que cobró dos vidas, ocurrió aproximadamente a las 6 de la mañana, en La Palmita, sector San Mateo, cerca de la estación de servicio Boconó, cuando –según testigos- el conductor de una gandola de la empresa Pdvsa marcó “muy abierta” una semicurva, lo que no le permitió tomar su derecha, invadiendo el canal por donde se movilizaba la pareja, chocando al Aveo.
Sin embargo, el infortunio no terminó allí, pues en la descontrolada carrera del vehículo pesado arrastró al Aveo, hasta sacarlo de la carretera, internándolo unos metros en el área verde, donde finalmente lo aprisionó por un costado, contra un árbol, causando la muerte de los dos ocupantes.
Aseguraron los testigos que el presunto exceso de velocidad, por parte de la gandola, así como el pavimento mojado, pues estaba lloviendo a esa hora, fueron factores determinantes para causar el fatal hecho.
Valga acotar que el vehículo de Pdvsa no llevaba cisterna, solo era el chuto.
Una vez arribaron organismos de rescate de la zona, como Corposalud-Táchira y Protección Civil-La Tendida, los paramédicos no pudieron hacer nada por las víctimas, ya estaban sin signos vitales, por lo que en razón de rescatar los cadáveres, solicitaron el apoyo de sus homólogos de Inpradem-Mérida, del sector El Anís, cuyos funcionarios no solo facilitaron los equipos necesarios, como la llamada “Quijada de la vida”, para cortar el vehículo y extraer los cuerpos, sino que participaron activamente en el rescate de los mismos.
También se presentaron en el sitio funcionarios de Politáchira, de la GNB y también del servicio de Tránsito, siendo estos últimos los que, al buscar entre los presentes al conductor de la gandola, descubrieron que se había dado a la fuga.
Sin embargo, se especuló en el transcurso del día que dicho conductor se presentó más tarde, por voluntad propia, en la sede de la PNB de Coloncito, donde se puso a derecho. Miriam Bustos
La Nación