“Si nos ven grabando nos quitan el material y nos pueden meter preso”, fue lo que dijo el 29 de agosto de 2018 el reportero gráfico Jesús Medina Ezaine que vaticinó lo que ocurriría horas después, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) lo emboscaron dentro del transporte subterráneo, Metro de Caracas, mientras acompañaba a periodistas internacionales a realizar un reportaje para mostrar la realidad del país.
“Podemos ir preso porque al régimen no le convine mostrar cómo está el caos en el Metro y en el país”, un sistema subterráneo cuyos trenes se han descarrilado en dos oportunidades en el 2019 y su flota ha disminuido en unidades y capacidad.
La periodista peruana Juana Avellaneda y su camarógrafo presenciaron el momento en el que hombres encapuchados -no identificados- que portaban armas largas y cortas dijeron “Ezaine”, preguntando por el reportero de DolarToday, un medio de comunicación que según el régimen de Nicolás Maduro, se encarga de colocar el precio de la moneda estadounidense en el mercado negro venezolano.
“Antes de ser secuestrado Jesús le dijo a la policía que no nos conocía. Este periodista sacrificó su libertad para mostrar el daño que le ha hecho (el Ejecutivo nacional) al país de que todos los ciudadanos huyen, pero que él (Medina) tanto ama”, dijo Avellaneda.
El video, publicado a más de un año de su detención y que evidencia el trabajo de investigación que hacía antes de ser capturado, fue logrado gracias a la colaboración de un medio de comunicación peruano. El material se obtuvo de los celulares de los periodistas internacionales que no pudieron ser capturados por el Sebin, gracias a la actuación de Medina.
“El Gobierno no acredita a la prensa internacional, nada más a los que ellos quieren y a su conveniencia. Puede venir un policía y yo le puedo decir que el que está grabando soy yo, soy venezolano, que trabajo para un medio de comunicación, y quizás no me pueden hacer nada. En cambio ustedes llegan a decir que están grabando y se los pueden llevar preso”, alertó Medina a los comunicadores peruanos que realizaban el reportaje “Venezuela agoniza”.
Y es así, a comienzo de 2019, a cinco meses de la detención de Medina, privaron de libertad a dos periodistas franceses, tres son de la agencia de noticias internacional EFE y dos chilenos quienes hacían su trabajo; informar.
Ellos, a diferencia del reportero gráfico venezolano, obtuvieron la libertad. Así como Billy Six, un periodista alemán, quien en marzo del año en curso fue deportado a su país natal, tras permanecer cuatro meses privado de libertad. El hombre, acusado por el Gobierno de espionaje y terrorismo, fue detenido por acercarse a Maduro durante un acto público.
Las actuaciones del régimen demuestran que en Venezuela no existe la libertad de expresión. “Esto es como en Cuba. Aquí se le dicen patriota cooperante a los pajuos, no sé si solo son chavistas o también hay opositores, pero si ellos te ven, te agarran y te venden al Gobierno”, les advirtió Medina Ezaine.
Informar no es un delito
El reportero fue privado de libertad el 29 de agosto de 2018 dentro de la estación Plaza Venezuela de la línea 1 Metro de Caracas, luego de que con una cámara escondida se metiera a las instalaciones del Hospital Universitario de Caracas para mostrar la crisis humanitaria del país.
El reportaje, realizado en diferentes sectores populares y en especial en el centro hospitalario, evidencia que no hay agua, incubadoras y máquinas que le garanticen la salud al venezolano, quienes tienen miedo de morir por la falta insumos médicos y además, de ser detenidos o disparados por los funcionarios del régimen, pues es más factible que ingresen armas al país que medicamentos.
Dos días después de la detención, exactamente el 31 de agosto de 2018, el Tribunal 13 de Control del Área Metropolitana de Caracas a cargo de la juez Iraní Villafañez decretó la privativa de libertad contra el trabajador de la prensa de 37 años y fijó la cárcel militar de Ramo Verde como su centro de reclusión, esto pese a ser civil, alegando que se debe al “nivel de peligrosidad para el Gobierno”.
Actualmente Medina Ezaine se encuentra a la espera de que le realicen la apertura del juicio, que fue diferido sin motivos el 5 de diciembre de 2019 para el 30 de enero de 2020. La defensa del caso considera que puede salir en libertad porque “no hay pruebas para mantenerlo detenido”. Es más, el tribunal le desestimó los supuestos delitos de legitimación de capitales, asociación para delinquir y lucro indebido de la administración pública.
A Medina lo acusan por el presunto delito de instigación al odio con agavillamiento. Por los que podría pasar más de 25 años detenido según la ilegal Ley contra el Odio, creada por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
La organización Human Rights Watch, el Comité para la Protección de Periodistas, la organización Reporteros Sin Fronteras, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) Diferentes personalidades políticas internacionales como el senador de los Estado Unidos Marco Rubio, la exsecretaria de la Unión Europea Beatriz Becerra, la Organización de Naciones Unidas (ONU) entre otros, se han sumado al llamado de los familiares y compañeros pidiendo de manera publica al régimen de Maduro “desistir de inmediato los cargos absurdos” y otorgarle la libertad, pues a medida que pasan los días, al trabajador de la prensa se le deteriora la salud.
El reportero gráfico en diferentes oportunidades pido enviar algunas cartas que se han hecho publicas, en una de ellas resalta lo siguiente: “A mis compañeros de la prensa, denuncien caiga, quien caiga, sea del bando que sea”, pues asegura que “para la prensa callar es un delito” y él afirma que no lo hará
De igual manera, en otra carta escrita a puño y letra por Medina, le pidió a los venezolanos que “no tengan miedo, si yo que estoy tras las rejas sigo luchando por la libertad, ustedes que están en las calles pueden hacerlo unidos y con más fuerza”.
La Patilla