Ada es el nombre del personaje principal de la película Atlantique, filmada en Senegal y dirigida por la directora francesa Mati Diop, película que narra la historia de esta humilde muchacha africana atrapada en la pobreza y sus consecuencias, enamorada de un muchacho igual que ella, sumergidos ambos en la marginalidad, pero liberados y fortalecidos por la fuerza del amor.
El muchacho se llama Soleiman quien con a otros amigos deciden correr el riesgo de millones de desplazados que a diario arriesgan sus vidas para intentar buscar un mejor futuro, la pobreza y sus consecuencias, el aprovechamiento del poderoso sobre el débil y la discriminación son experiencias que el joven Soleiman sufre a diario pero que al mismo tiempo le dan la fortaleza y valentía para lanzarse al mar y lograr el sueño de tener un futuro digno que le permita algún día rescatar a la mujer que ama.
Ada es prácticamente vendida por su familia a un hombre adinerado de la misma ciudad y religión, el valor de Ada es su juventud y virginidad, sin estas características para este hombre y su familia no valdría nada, a pesar de que sus amigas tratan de persuadirla de que acepte el compromiso con este hombre a quien ella no ama, ella se niega y decide ser fiel a sus sentimientos y a su dignidad como mujer libre de tomar sus propias decisiones.
Consciente y advertida por sus amigas y familiares de la soledad y desgracia que esto le traería en su futuro, Ada decide negarse a aceptar una relación indeseada por una incierta pero inspiradora, Soleiman es quien le da sentido a su vida.
Soleiman ha muerto en el intento de cruzar el mar, sin embargo ella se aferra al amor que siente por el y lo mantiene vivo, siempre a su lado, hasta que llega el fatídico momento de la verdad, Soleiman ha muerto, se lo ha tragado una ola junto a sus amigos, son los cadáveres quienes testifican lo ocurrido, sin embargo sus almas viven y se trasladan a los vivos para poseerlos y poder terminar lo que dejaron pendiente, entre ellos Soleiman quien acude al ultimo encuentro con su amada Ada.
Ada es libre y feliz, esta consciente que sus decisiones han marcado el resto de su vida, se mira al espejo y lo hace con una sonrisa cómplice de orgullo y satisfacción, sabe que únicamente ella es la dueña de su futuro y nadie se lo puede robar, ha entendido en carne propia el valor de la libertad.
Ada aprendió a temprana a edad, que la vida sin dolor no existe, que la desesperación y el remordimiento no se pueden subestimar pero que el amor existe, la creación maravillosa es posible y que definitivamente somos frutos de nuestras decisiones y jamás debemos arrepentirnos de ellas.
José Lombardi / @lombardijose