Los educadores de Carabobo, le perdieron el miedo al ministro Aristóbulo Istúriz y se sumaron a la protesta nacional organizada por las federaciones.
La manifestación en la entidad, se realizó en la avenida Bolívar Norte de Valencia, donde los docentes con pancartas en mano, aseguraron que lo que devengan no les alcanza para comprar los medicamentos ni alimentos.
Durante la acción correaron en varias oportunidades “aquí no hay nada que celebrar y mucho que reclamar”.
José Gregorio Medina, presidente del Sindicato de Educadores de la Región SER, aseveró que se mantendrán unidos en la lucha por sus reivindicaciones y recordó que el sector no cuenta con HCM ni servicio funerario.
El sueldo del sector, según Medina, se convirtió en una mera colaboración para el gremio. “Hoy 15 de enero una vez más de manera cívica y pacífica estamos levantando nuestra voz de protesta, aquí está la coalición sindical diciéndole al Ejecutivo que no desistirán en la lucha de recuperar la dignidad del magisterio venezolano”.
Destacó, que el contrato colectivo ha sido vilmente violado por parte del patrono que hoy se hace de oídos sordos.
“El Ministro de Educación ha sido indolente e inhumano ante el conflicto que tenemos los educadores”.
Por su parte, José Cazorla, presidente del Colegio de Licenciado de la Educación y coordinador de la coalición en la entidad, manifestó que el ingreso de los docentes jubilados no alcanza ni para comprar una medicina.
También criticó, que la Zona Educativa tenga a los docentes de la tercera edad haciendo largas colas para poder sacar la fe de vida.
“Algunos de los agremiados no pueden ni caminar y tienen que esperar para poder tramitar este documento”.
El docente invitó a los representantes de los diferentes gremios, acudir este jueves 16 de enero a la avenida Cedeño de Valencia, donde volverán a protestar.
La docente, Consuelo Rivas, hizo un llamado al presidente Maduro, atender al gremio porque el país no puede avanzar mientras haya maestros con hambre y alumnos que llegan a las aulas sin comer.
“Usted nos expropió el contrato colectivo y nos pagan lo que quiere. El salario no alcanza para el mercado”.
La Calle