Este domingo 12 de enero, el ex presidente boliviano Evo Morales, aseguró que Estados Unidos no quiere que él regrese a su país y que el “golpe de Estado” en Bolivia es producto de que Donald Trump “tal vez” lo quiere como un “trofeo”.
“Donald Trump está buscando un trofeo. No pudo con Venezuela, ni con intervención ni con golpe. Tal vez Evo sea el trofeo que pretende. De ahí viene el golpe en Bolivia, que es como un contragolpe en el fútbol”, dijo Morales.
“Era difícil recibir visitas. Pero donde estoy viviendo parece una romería, aparecen continuamente compañeros. Llegan a veces por cuestiones humanitarias pero también por cuestiones políticas. Esto es muy importante.”, afirmó.
Morales, que tuvo un estrecho vínculo con los Gobiernos kirchneristas (2003-2015), aseguró que la relación con el peronista Alberto Fernández, quien asumió la Presidencia argentina el pasado 10 de diciembre, “también es muy buena”.
“Aún antes de asumir la Presidencia, como presidente electo, hizo gestiones cuando estaba selva adentro, monte adentro. Se preocupó en cómo sacarnos”, destacó.
Morales relató que el 11 de diciembre, cuando no dejaban entrar a Bolivia el avión militar de México que iba a recogerlo, Estados Unidos le ofreció un avión y le dijo que lo llevaban a dónde él dijera.
“Lo primero que pensé fue que eso iba a ser directamente igual a Guantánamo. Lo rechazamos, obviamente. Ahora, Estados Unidos no quiere que vuelva a Bolivia. Estados Unidos no quiere que vuelva a Argentina. Lo digo con información oficial de México y de otras autoridades del continente”, señaló.
“Altas autoridades de México me dijeron que Estados Unidos no quería que vuelva a Bolivia. Cuando estaba en Cuba, nuestro hermano vicepresidente Álvaro García Linera se reunió también con altas autoridades de México. Le dijeron textualmente que no querían que vuelva a la Argentina”, insistió.
El ex mandatario aseveró que, de cara a las elecciones convocadas en Bolivia para mayo, “el candidato de Estados Unidos es Carlos Mesa”, quien fuera el principal rival de Morales en los comicios de octubre pasado.
Sostuvo que “la derecha boliviana, los golpistas, están preocupados porque no pueden matar al MAS, no pueden destruirlo” y aseguró que su partido sigue primero en las encuestas.
Morales dijo que cuando llegó a Argentina tuvo “la información de que no podría estar en la frontera” con Bolivia.
“Entiendo que es también decisión de la Embajada de Estados Unidos. Lo que quieren es prohibirnos, eliminarnos”, afirmó.
“Hoy, Evo y su pueblo somos víctimas de Estados Unidos, directamente. Hasta ahora no pueden destrozarnos. Felizmente, se levanta nuevamente el movimiento indígena originario con mucha fuerza”, añadió el expresidente.
El Nuevo Herald