“Dios lo quiso así. Gracias a todos por sus oraciones”, añadió.
Sus palabras acompañaron a una foto en la que el artista y su esposa flanquean al hematólogo-oncólogo también venezolano, quien es el director del Servicio de trasplante de médula en adultos del prestigioso hospital neoyorquino Sloan Kettering Cancer Center.
Allí llegó Yordano en 2015, meses después de que el año anterior le habían diagnosticado en Caracas con el síndrome mielodisplásico, que él llama de “la-puta-enfermedad”.
El artista, nacido en Italia y bautizado con el nombre Giordano di Marzo, libró una dura lucha contra la enfermedad que le llevó a salir de Venezuela por las dificultades por conseguir medicinas.
También se vio forzado a pedir ayuda financiera a sus fans, a dar pequeños conciertos en Estados Unidos y Europa cuando la salud se lo permitía y hasta a subastar algunos de sus preciados instrumentos musicales.
Además, le provocó serias complicaciones que incluyeron cuatro caídas importantes, la más seria en marzo de 2018, en la que requirió de una intervención quirúrgica para reparar una fractura de fémur