El primer ministro británico Boris Johnson escribió el martes a la primera ministra escocesa Nicola Sturgeon rechazando su petición de que se le concedieran los poderes para celebrar otro referéndum sobre la independencia en Escocia.
Con el escenario actual, el referéndum no puede tener lugar sin el consentimiento del Gobierno británico. Sturgeon escribió a Johnson en diciembre pidiéndole entablar negociaciones sobre la transferencia de la facultad de celebrar un referéndum de Londres a Edimburgo.
“No puedo aceptar ninguna petición de transferencia de poder que conduzca a más consultas sobre la independencia”, escribió Johnson en una carta que publicó en Twitter.
El primer ministro dijo que le había indicado a Sturgeon que ella había aceptado que el referéndum de 2014, en el que los escoceses votaron por 55%-45% a favor de permanecer en el Reino Unido, sería “uno en una generación”.
Y añadió: “Otro referéndum de independencia continuaría el estancamiento político en el que Escocia ha estado inmersa durante la última década (…), es hora de que todos trabajemos para unir a todo el Reino Unido”.
Sturgeon argumenta que la votación de 2016 para abandonar la Unión Europea, que llevará a Reino Unido a abandonar el bloque el 31 de enero, justifica un nuevo referéndum de independencia porque los escoceses votaron abrumadoramente en contra del Brexit mientras que una mayoría de votantes ingleses lo apoyó.
Las encuestas sugieren que los escoceses rechazarían por poco la independencia en un nuevo referéndum, aunque el Partido Nacional Escocés (SNP) de Sturgeon ganó 48 de los 59 escaños de Escocia en las elecciones nacionales de Reino Unido el mes pasado, obteniendo el 45% de los votos emitidos, lo que supone un aumento de 8 puntos porcentuales desde 2017.
La primera ministra escocesa dijo que la respuesta de Johnson a su petición era predecible y que el motivo para bloquear la nueva consulta era que el primer ministro no tiene una argumentación positiva para mantener la unión, de más de 300 años de antigüedad.
“Aunque la respuesta de hoy no es sorprendente – de hecho la preveíamos – no se sostendrá”, dijo Sturgeon en un comunicado.
“No es políticamente sostenible que ningún Gobierno de Westminster se interponga en el camino del derecho del pueblo de Escocia a decidir su propio futuro y trate de bloquear el claro mandato democrático para un referéndum de independencia”.
Dijo que el Gobierno escocés dará los próximos pasos a finales de este mes y buscará el respaldo del Parlamento escocés para otro plebiscito.
“La democracia prevalecerá”, añadió.
Reuters