“Yo era una de las que decía ‘ojalá que tumben todo esto’ porque era un desastre”, expresó Brígida Fernández, una maracaibera que vio su sueño hacerse realidad al presenciar la intervención de La curva de Molina por parte de la Alcaldía Bolivariana de Maracaibo.
Mientras observaba los trabajos en La curva, Fernández recordó “¡aquí no se podía hacer nada con tanta basura! Ahora estoy alegre porque yo quiero una ciudad bonita”.
Tanto usuarios como comerciantes de La curva de Molina han expresado su alivio y sus expectativas, generadas por la restauración integral y profunda de este espacio, iniciada el primero de enero por la Alcaldía, en conjunto con la misión Venezuela Bella y la Gobernación del Zulia.
Elizabeth Castellano es una vecina del sector, para ella la intervención era sumamente necesaria para los habitantes. “Cada tanto nos inundaban las aguas residuales y la basura sólida, además de que no existía el paso peatonal”, declaró Castellano.
Por otro lado, la señora aseguró que su preocupación principal se debe a la inseguridad, “aquí se veía de todo, delincuencia, venta de drogas y muchachitos por los que nadie responde”, añadió.
Para el vendedor de víveres Jairo Sánchez, cualquier esfuerzo vale la pena si es favorable para muchos. Por ello, su principal interés es el orden. “Necesitamos dejar atrás el caos del transporte público, que La curva de Molina sea una interconexión de paradas, pero que eso no sea obstáculo para nuestra actividad comercial”.
El usuario Dany Vegas comentó que celebra el saneamiento, “La curva de Molina tiene valor turístico, aunque sea para invitar a un amigo, lo que necesita es una buena limpieza e iluminación, además de controlar el vandalismo y las ventas clandestinas”, explicó el ciudadano, “debemos cuidar a las personas, que vuelvan a comprar carne en la carnicería y medicinas en la farmacia”, sentenció.
Jesús Molina, maracaibero que frecuenta La curva de Molina, calificó de excelente la reorganización del espacio. “Me alegro por la recuperación de los espacios públicos y espero ver que se elimine la corrupción”, comento Molina.
Para Ivonne Rincón, La curva de Molina era sinónimo de lucha contra el trasporte público, el cual debe usar diariamente. “Me entusiasma saber que van a reorganizar este espacio, pero lo que más anhelo es ver a oficiales honestos aplicando la ley”, declaró Rincón.
Nota de Prensa