María Corina Machado no tiene asiento hace años en el Parlamento venezolano, pues fue destituida en marzo de 2014. Sin embargo, su voz es una de las más respetadas entre la oposición del país caribeño por su contundencia contra el chavismo y hoy pide “acciones quirúrgicas” para que salgan del poder.
En una entrevista con Efe, reclama esas acciones aunque rechaza una intervención militar y denuncia que en Venezuela no hay solo “una dictadura”, sino todo un “régimen criminal-terrorista”. Por eso se muestra contraria a que la oposición participe en las elecciones legislativas previstas en 2020.
También es crítica con Juan Guaidó. En su opinión, el líder opositor, a quien casi 60 países reconocen como presidente interino, cometió “errores muy importantes” durante 2019, como volver a aceptar a los diputados oficialistas en la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) o haber intentado la vía del diálogo con el chavismo.
PREGUNTA: En 2019 se ha vivido un duro pulso con el Gobierno que ha liderado Juan Guaidó pero no han podido sacar del poder a Maduro, ¿qué ha faltado?
RESPUESTA: 2019 representa pasos importantísimos hacia el propósito que cohesiona a la sociedad y que preocupa a las democracias de Occidente: desalojar el régimen criminal en Venezuela como foco de una actividad desestabilizadora.
Se logró apoyo de 60 países alrededor del mundo y de algunos actores no estatales. ¿Por qué no se ha logrado el objetivo? Si esto fuera una dictadura, esto habría salido hace mucho tiempo, pero hay que entender que estamos enfrentando un sistema sin precedentes en nuestro hemisferio, que no es solo un sistema criminal.
En Venezuela se ha instalado un régimen criminal-terrorista, han convergido dos plataformas, dos sistemas y dos dinámicas por lo tanto esos dos sistemas no van a salir del poder hasta no se conforme una amenaza real, inminente y severa que les haga entender a las mafias que están en el poder que su única opción es ceder y salir.
Mientras se les trate como a políticos malos o como un sistema autoritario convencional seguirá existiendo lo que estamos viendo en este momento y es que este sistema va permeando en más sectores de la sociedad provocando la destrucción de nuestra sociedad y expandiendo su actividad criminal a otras naciones del hemisferio, como vimos este año en (las protestas de) Chile, Ecuador o Colombia.
P: ¿Cuál sería esa amenaza?
R: Hacerles comprender que la comunidad internacional y los venezolanos entendemos que enfrentamos un conflicto no convencional que se lucha en múltiples planos.
Uno de los planos es la inteligencia, la información, la opinión pública en los cuales ha avanzado muchísimo el sistema por la asesoría cubana de cómo imponer su narrativa, pero también en otros planos como el área económica y las sanciones contribuyen a aislarlo, y la Policía internacional, la justicia internacional y algunas acciones quirúrgicas, específicas de alta tecnología en el área de una coalición donde la fuerza democrática se exprese.
P: Cuando habla de acciones quirúrgicas ¿piensa en una intervención militar a baja escala?
R: Los cubanos han sido muy hábiles en tratar de hacer creer que estamos pidiendo una invasión de Venezuela como si estuviéramos en 1945.
Estamos en el siglo XXI, los conflictos no convencionales no solo se ganan en el terreno, no estamos planteando un desembarco en Normandía, estamos planteando que los tres pilares que sostienen a Maduro en el poder que son el sistema de represión, el sistema de silencio, la propaganda, y el sistema de financiamiento criminal (que) deben ser socavados.
P: Pero póngame un ejemplo, ¿cuál sería una intervención quirúrgica?
R: Se ha hablado de algún tipo de bloqueo para impedir que lleven el petróleo venezolano a Cuba, se ha hablado de intervenciones en sistema de comunicaciones, se ha hablado de revertir el sistema de propaganda.
Hay que aislar a aquellos actores que forman parte de las mafias de ciertas redes criminales que están haciendo mucha plata. Aquí hay mucha gente haciendo mucha plata con el hambre de los venezolanos y no quieren que este sistema de mafias salga del poder.
P: ¿Siente que a Guaidó le faltó hacer algo más en 2019?
R: Faltó escuchar la demanda de la sociedad venezolana que le pide al mundo una acción firme y clara de fuerza en los términos que hemos hablado. Y sí, se cometieron errores muy importantes: el primero fue volver a sentarse en una mesa de dialogo, ¿cuántas veces el régimen ha llamado a diálogo fallido de mala intención? Desde los diálogos (promovidos por el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez) Zapatero, que crearon un enorme dolor y desconfianza en la sociedad venezolana. Cuando llegaba el señor Zapatero a Venezuela, metían más presos políticos, era el “Efecto Zapatero”.
Además, se dedicó a engañar y dividir a la sociedad venezolana de una manera muy efectiva. Eso fue un error garrafal. No puedo elaborar sobre la buena intención del que iba a ser el que fue y se hizo de espaldas a los principales aliados del país.
También otro error que generó profunda frustración fue el regreso a diputados chavistas que habían perdido su investidura parlamentaria que, según la Constitución venezolana, no son diputados.
Los recibieron de regreso al Parlamento y venían con la intención de destruir la última institución republicana que nos quedaba no cooptada por la tiranía. Esa fue la causa del espectáculo que hemos tenido los primeros días de enero y el asalto a la fuerza a la AN.
P: Con esos errores sobre la mesa, ¿considera usted que Guaidó debe seguir siendo el líder de la oposición?
R: Es el momento de asumir que esto no depende de una sola persona. Si se termina de perder este Parlamento porque esto criminales la toman a la fuerza… ¿Cuántos diputados están presos, asilados, exiliados? Si termina de darse ese zarpazo se debe entender que la legitimidad en esta lucha no está en una sola institución, sino en el derecho natural a la libertad de cada venezolano.
Muchos pensaron, y fue un grave error de varios países del hemisferio, que este drama podría ser contenible dentro de las fronteras venezolanas. Algunos se vieron sorprendidos este año, mira lo que ocurrió, Colombia, Chile, Ecuador, donde es evidente que había una presencia de factores desestabilizadores que además se han ido agrupando no solo en el Foro de Sao Paulo, (sino) también está el Grupo de Puebla.
P: Pero, ¿ese liderazgo colectivo debe dejar de lado a Guaidó y buscar un nuevo rostro?
R: Creo que todos hemos reconocido que el presidente legítimo tanto de la AN como del gobierno interino es Juan Guaidó, lo importante es que cumpla el compromiso asumido con los venezolanos y que demandan con urgencia los aliados genuinos que tenemos en la comunidad internacional.
P: 2020 será un año electoral. ¿Debe la oposición presentarse a las elecciones bajo estas circunstancias?
R: Nos enfrentamos a un sistema de mafias. En Venezuela la mafia es el poder, el Estado es la mafia. Es decir, si todas las armas están en manos de la mafia, las leyes, los tribunales, la justicia; si los medios están infiltrados y controlados por la mafia, si el dinero está en manos de la mafia, quién gana esas elecciones: las mafias. Eso no son elecciones. Nosotros ya pasamos por eso. (…)
¿Elecciones de qué? Eso son adjudicaciones para lavarse la cara y ganar tiempo pero ese periodo, esa oportunidad se acabó. Tanto la sociedad venezolana como la comunidad internacional está muy clara (…)
Creer que eso se resuelve cambiando el (Consejo Nacional Electoral) CNE o inscribiendo más ciudadanos a votar es absolutamente ingenuo y a estas alturas la ingenuidad en Venezuela se paga con muertos, con vidas.
P: Bajo esas condiciones se convocan unas elecciones. ¿Usted apoyaría que la oposición se presentase?
R: Cuál oposición, ¿la que está presa o la que está exiliada o la que se disfraza de oposición o la que tiene negocios con la mafia? Por Dios, ya basta, el país no quiere cohabitación criminal, Venezuela quiere salir adelante. Queremos que los venezolanos que se han ido regresen. Hoy cada día que pasa más de 5.000 venezolanos cruzan la frontera (…)
P: ¿Presentarse a las elecciones sería contribuir a esa imagen normalizadora?
R: Absolutamente, lo cual no son solamente actores venezolanos los que lo están impulsando. También hay actores internacionales tanto en este hemisferio como en Europa y ahí vemos. Para nosotros es profundamente doloroso ver que eso está ocurriendo en el Gobierno español y ves los vínculos que ha tenido un partido como (el español) Podemos con la corrupción no solo en Venezuela, sino en Bolivia y Ecuador y está saliendo a la luz pública.
Han sido los grandes promotores del tema de apaciguamiento y normalización que jamás aceptarían los españoles para su país. No vamos a claudicar. (…)
P. ¿Qué alternativas quedarían?
R: Ni es elección, ni es gobierno ni es oposición. Es un sistema criminal haciendo una farsa que no va a reconocer ni la sociedad venezolana ni la comunidad internacional. Si asumimos que termina de cerrase la vía institucional, qué nos queda. La fuerza moral de quienes entendemos lo que está en juego en esta hora, no solo es el futuro de Venezuela, es el de América Latina y el de Occidente (…). EFE