El ministro de Transportes y número tres del PSOE, José Luis Ábalos, ha tratado de defenderse este viernes, tras salir a la luz que mantuvo una reunión con la vicepresidenta del Gobierno de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas el pasado lunes, asegurando que «ni hubo reunión ni pisó territorio español». Ábalos, en declaraciones a los medios al acceder al Museo de Bellas Artes de La Coruña, para intervenir en la concesión del Premio Nacional de Arquitectura a Manuel Gallego Jorreto, ha argumentado que él entiende por reunión cuando «se convoca» y hay un intercambio «aunque sea simplemente de puntos de vista» y «en ese sentido», reivindica que «siempre he dicho que no hubo reunión».
Según Ábalos, la número dos de Maduro «estaba de tránsito, y a instancias del ministro de Turismo [venezolano] me pidió si me importaba que la saludara. La saludé y ya está, nada más, al margen de recordarle que lamentablemente no podía pisar territorio español, y así fue». A partir de ahí, ha asegurado que el encuentro «no fue largo». «Yo abandoné. Mi propósito era recoger al ministro. Dada la situación, lo que hice fue regresar, porque uno no puede permanecer en esa situación tanto tiempo», ha afirmado.
En su breve exposición ante los medios, Ábalos ha asegurado que, en su presencia, en ningún momento Rodríguez puso pie en territorio español, y ha añadido que «en todo momento estuvo la Policía y la Guardia Civil. Porque desde la tarde se sabía que en ese vuelo también iba la vicepresidenta, y desde Interior se tomaron todas las medidas. En todas las gestiones estuvo el comisario de fronteras». Ábalos también ha negado que Rodríguez ocupara una sala VIP. «Estuvo en la zona de frontera, pero ya no sé cómo hizo el vuelo que le llevaba a Turquía. Estaba de tránsito», ha reiterado.
Preguntado por la oposición, que reclama que dimita ante el escándalo generado, Ábalos ha replicado: «Sí, bueno, bien, me parece muy bien, a lo mejor hasta me honra que lo pida con tanta vehemencia», se ha jactado. «Ya sabemos en qué papel está la oposición, muy empeñada en favorecer al Gobierno, que resolvamos los problemas de la ciudadanía», ha ironizado.
«Fue una circunstancia muy fortuita y muy casual», ha seguido defendiéndose. «Dentro de mis posibilidades, lo resolví como mejor pude, no generando ningún problema. Siento que sea tan vulgar el suceso», ha cerrado, asegurando que las referencias a la clandestinidad del encuentro, de madrugada, están «muy bien para una novela».
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