La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, calificó a Evo Morales como “una persona violenta que está enloquecida porque ha perdido el poder”, por lo que pidió a los seguidores del exmandatario que no lo escuchen.
“Espero que reflexionen, que no le hagan caso a estas actitudes violentas de Evo Morales”, manifestó Áñez a los medios tras un acto en la ciudad boliviana de Cochabamba.
“Estamos cansados de violencia”, dijo la mandataria interina, quien apuntó que Bolivia vive “un proceso de transición pacífico que nos va a permitir aires de libertad”.
Bolivia tiene convocadas nuevas elecciones para el próximo 3 de mayo, después de que fueran anuladas las de octubre del año pasado.
Las declaraciones de Jeanine Áñez se producen un día después de que a través de redes sociales Morales se retractara de unas declaraciones en las que llamaba a formar milicias en su país, una disculpa que el Gobierno transitorio calificó de “irrelevante”.
El expresidente se encuentra desde el mes pasado en Argentina, donde solicitó refugio, tras haber estado antes asilado en México después de salir de Bolivia en noviembre pasado denunciado un golpe de Estado para derrocarlo.
Morales fue proclamado vencedor de las elecciones de octubre, entre denuncias de fraude a su favor e informes de organismos internacionales sobre irregularidades, tras lo que anunció su renuncia y denunció el golpe en su contra.
“Quiero que sepan, de acá a poco tiempo, si volvería, o alguien vuelva, hay que organizar como en Venezuela milicias armadas del pueblo”, dijo el exmandatario en ese entonces desde Argentina en un audio difundido por una radio en Bolivia.
Bolivia ha expresado al Gobierno de Argentina su malestar por este tipo de declaraciones de Morales, exigiendo que no permita que desde allí haga manifestaciones que puedan interferir en la política boliviana, con una queja similar a la que en su momento presentó a México.
Morales tiene una orden de aprehensión en su contra, después de que el Ejecutivo de Áñez le acusara de delitos como terrorismo por supuestamente incitar desde el exterior a la violencia en Bolivia.
El Carabobeño