Las autoridades bolivianas quitaron un busto del expresidente boliviano Evo Morales, que dejó el cargo tras 14 años, de un polideportivo en el estado de Cochabamba, antiguo feudo electoral del líder indígena.
Además de retirar el busto dorado de policarbonato, las autoridades bolivianas le quitaron el nombre de Evo Morales al centro deportivo, que pasará a llamarse Quillacollo, como la población donde se encuentra.
El ministro de Deportes, Milton Navarro, quien tomó la decisión de quitar cualquier homenaje al exmandatario del polideportivo, llamó en una ceremonia pública a Morales “delincuente confeso” que debe “someterse a la justicia boliviana”.
“Al señor Evo Morales lo declaramos delincuente confeso; está prófugo y no podemos tener infraestructuras con el nombre de un delincuente, no podemos tener bustos de un delincuente”, señaló Navarro.
En el acto participó un controvertido colectivo juvenil denominado Resistencia, al que Morales suele definir como un “grupo paramilitar”.
Tras dimitir el 10 de noviembre pasado, Morales se refugió dos días después en México y desde hace un mes en Argentina.
Un gobierno provisional encabezado por la derechista Jeanine Áñez tomó su lugar para llamar a nuevas elecciones.
Tras la anulación de los comicios de octubre por indicios de fraude, Bolivia celebrará nuevas elecciones el 3 de mayo, sin Morales como candidato y dirigidas por un renovado Tribunal Supremo Electoral (TSE).
AFP