Japón anunció el jueves el cierre de escuelas en todo el país para ayudar a controlar la propagación del nuevo coronavirus.
El primer ministro, Shinzo Abe, pidió a todas las escuelas de primaria y secundaria que permanezcan cerradas hasta el inicio de las vacaciones de primavera a finales de marzo.
La medida afecta a 12,8 millones de estudiantes y a 34.847 escuelas en toda la nación, señaló el Ministerio de Educación.
“Las próximas una o dos semanas serán extremadamente importantes”, manifestó Abe. “Esto es para priorizar la salud y la seguridad de los niños y para tomar precauciones para evitar el riesgo de infecciones a gran escala para muchos menores y maestros que pasan horas juntos cada día”.
La decisión se tomó ante la creciente preocupación por el aumento en el número de casos sin origen identificado en el norte de Japón y en otros lugares. En el país hay ahora más 890 casos, incluyendo 705 registrados en un crucero en cuarentena.
También el jueves se confirmó la octava muerte por COVID-19, la enfermedad causada por el virus, en Hokkaido, la isla más al norte del país, que se considera el foco de un creciente brote.
El anuncio de Abe se produjo horas después de que varios gobiernos locales anunciaran su decisión de suspender las clases.
Funcionarios de Hokkaido dijeron que cerrarán sus 1.600 escuelas de primaria y secundaria. En la prefectura hay ahora 54 casos confirmados, la cifra más alta del país fuera del crucero.
Antes de la orden, los centros se preparaban para las ceremonias de graduación coincidiendo con el final del año escolar. El subdirector de la escuela primaria Koizumi, Norinobu Sawada, dijo que la decisión de evitar las clases era inevitable.
“Lo más importante es evitar infecciones, así que no hay muchas más opciones”, aseguró.
AP