A pocas semanas del comienzo de año, llegó desde China la confirmación de la primer especie extinguida del 2020. Se trata del pez remo gigante chino (Psephurus gladius) que solía vivir en las aguas del río Yangtsé, el tercero más largo del mundo.
La noticia fue anunciada por la revista especializada Science of The Total Environment y se espera la publicación oficial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza para junio.
El pez remo chino estaba entre los peces de agua dulce más grandes del mundo, ya que podía tener hasta 7 metros de largo y pesar hasta 300 kilos. Su especie fue una de las dos únicas descendientes de una línea evolutiva diversificada entre 75 y 34 millones de años atrás.
La investigación llevada a cabo incluyó la revisión de los registros de captura de peces y la realización de estudios de campo durante los años 2017 a 2018. En el río Yangtsé se encontraron 332 especies pero no se hallaron otras 140 históricamente presentes.
Según los autores del estudio dirigido por Hui Zhang, de la Academia China de Ciencias de la Pesca, la extinción del llamado “rey de los peces de agua dulce” debe haber ocurrido entre 2005 y 2010, pero en 1993 la especie ya no podía reproducirse y desde 1996 está declarada en peligro de extinción.
Los investigadores sugieren que su extinción fue causa de la sobrepesca y la pérdida de hábitat. La construcción de represas como la Gezhouba en 1981 y las Tres Gargantas en 2003, bloqueó los hábitos migratorios del animal e impidió su reproducción.
Las fechas coinciden: entre 1981 y 2003 se observó tan solo 201 veces a la especie. El estudio informa que el último avistamiento conocido de un espécimen vivo fue en 2003 y el último avistamiento conocido de muertos fue en 2007.
Además, toda a zona del río Yangtsé se ha visto sometida a un intenso desarrollo económico, con más de 40 ciudades construidas a lo largo de sus orillas. La presión industrial ha aumentado la contaminación de las aguas y puesto en peligro a todo el ecosistema del río.
No solo se ha extinguido el pez, señalan los científicos, sino que no hay especímenes en cautiverio y no se almacenaron muestras de tejido; por lo tanto, no se puede revivir mediante la clonación. Los investigadores han concluido que el pez remo gigante chino se ha ido para siempre.
Corriere de la Sera