La liquidez monetaria en poder del público se ubicó en la última semana en Bs 55,33 billones, lo que supone un crecimiento de 2.337,53% respecto al nivel que tenía para la misma fecha del año pasado. O sea que se duplicó poco más de 24 veces en los últimos doce meses.
Estos datos revelan buena parte del combustible de la hiperinflación que se vive en el país. Tal crecimiento se produce en un ambiente en el cual la principal fuente de creación de liquidez –las reservas internacionales- muestran un signo contractivo. En el período bajo análisis (febrero 2019/febrero 2020) las reservas se contrajeron en 1.086 millones de dólares, o una caída de 15%, para situar su saldo en 6.304 millones. Pese a que el nivel muestra una leve recuperación respecto a los primeros días de enero de este año cuando llegaron a estar en 5.918 millones de dólares, es el nivel más bajo que han mostrado en los últimos años.
El crecimiento de la liquidez en momentos en que las reservas internacionales se contraen, muestra que aumenta la masa de bolívares en circulación sin el respaldo necesario, porque en el período también se ha evidenciado la contracción del PIB. Es decir, la liquidez está compuesta en buena medida por emisiones no respaldadas ni en las reservas ni en la producción.
Por ello, el anotado crecimiento de los medios de pago de la economía se convierte en factor de presión sobre el nivel general de precios.
Bolívares y respaldo
Hace un año la masa monetaria en circulación equivalía a Bs 306,85 por cada dólar de reserva. Esa relación se convirtió en la actualidad en Bs 8.776,5 por cada dólar de reserva. Eso significa que cada vez hay una menor cantidad de divisas respaldando los bolívares en circulación, elemento que influye de manera determinante en la depreciación del tipo de cambio.
El Universal