El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, llegó este sábado por sorpresa a la capital catarí para participar en la ceremonia de firma del acuerdo de paz entre Washington y los talibanes afganos.
La firma del acuerdo culmina un proceso de más de un año de negociaciones y tiene lugar después de una semana de reducción de la violencia por parte de los insurgentes, que concluyó anoche sin que se hayan registrado incidentes destacados.
La ceremonia tendrá lugar en la tarde del sábado en el hotel Sheraton Grand de Doha en una pequeña sala con cabida para un centenar de personas, donde todo está listo para acoger el histórico evento.
Está previsto que, además de Pompeo, asistan otros representantes de EE.UU. y de países de la región, además de organismos internacionales, en medio de una gran expectación por parte de los medios de comunicación que han viajado al emirato de Catar.
La firma de hoy culmina un camino que no ha sido fácil, desde que en febrero de 2018 la oficina política de los talibanes en Doha rompió con su postura y urgió a Washington a tomar parte en un diálogo “directo”, algo que había rechazado hasta ese momento.
Meses más tarde, el 12 de octubre, el representante especial de EE.UU. para los asuntos de paz, Zalmay Khalilzad, y líderes de los insurgentes mantuvieron la primera de más de una decena de rondas de diálogo en el país del golfo Pérsico, que ha acogido todas las conversaciones.
El pasado septiembre, el presidente de EEUU, Donald Trump, canceló abruptamente los encuentros en respuesta a un atentado en Kabul en el que murió un estadounidense, si bien el proceso se retomó a finales de noviembre tras una visita del dirigente a Afganistán.
Finalmente, el 22 de febrero de 2020 los talibanes implementaron una reducción de la violencia durante siete días, una prueba de su compromiso con el proceso de paz demandada por Washington y el Gobierno afgano, que ha quedado excluido de estas negociaciones.
EFE