La aerolínea portuguesa TAP prevé que la suspensión decretada por el Gobierno venezolano a los vuelos de su compañía durante los próximos tres meses supondrá unas pérdidas de unos 10 millones de euros, lo que equivale a 10.813 millones de dólares.
El presidente de la aerolínea, Antonoaldo Neves, negó todas las acusaciones y afirmó que TAP siempre ha cumplido con todos los protocolos y que no ha cometido ninguna irregularidad, además de mostrarse indignado por la situación y preguntarse quién va a pagar a su empresa todo ese dinero que van a dejar de ingresar por el bloqueo.
«Son diez millones de euros de pérdidas en 90 días. ¿Quién va a pagar esta cuenta?», dijo.
Estas declaraciones se unen al apoyo ya recibido, entre otros, del ministro de Exteriores portugués, Augusto Santos Silva, quien aseguró que Portugal iba a usar «todos los medios diplomáticos» a su alcance para parar una situación «injustificada» que perjudica tanto a venezolanos como a portugueses.
Este conflicto ha coincidido con la presentación de los resultados anuales de 2019, realizada hoy en Lisboa.
EFE