ENTÉRATE Y SÚMATE| Dilema Verdi-Blanco. Por Antonio Urdaneta Aguirre  (@UrdanetaAguirre)   

En Venezuela, además de la crisis con categoría de tragedia que padecemos, cada día el comportamiento contradictorio del régimen le suma calamidades al caos ya existente. Ninguno de los males que afectan al país es atacado como demandan las circunstancias, lo cual conlleva inevitablemente al empeoramiento de la situación. De este ejercicio equivocado sobran las evidencias y se multiplican las consecuencias, mientras la desesperanza también se eleva a niveles de preocupación. Ahora tenemos frente a nosotros el coronavirus.

Ante esta otra cara de la tragedia, la señal difundida por el estamento militar disipa cualquier duda, si alguien la tiene todavía, que los vestidos de verde se meten, o se dejan meter, en todo. Al final la gente, especialmente la más sumisa a los dictámenes del régimen, terminará creyendo, o aceptando a juro, que en Venezuela rueda el talento en los cuarteles. Parece que estos tienden a sustituir las universidades y las sociedades científicas. ¿Estarán involucrados todos los militares en semejante aberración?

En ningún caso pretendo desconocer lo útil que son los militares para administrar el caos; pero los primeros recursos humanos requeridos para hacerle frente a una amenaza, como lo es una pandemia, son los profesionales de la salud, en especial médicos, enfermeros y de bioanalistas. Son ellos quienes deberían protagonizar cualquier operativo al respecto. Incluso, desde mucho antes de los anuncios oficiales, procedía organizar “gabinetes de crisis”, tanto a nivel nacional como en cada una de las entidades federales. Para ello han debido convocarse a las Federaciones pertinentes y a sus colegios regionales, así como a las sociedades de científicos correspondientes.

Una cadena nacional de radio y televisión ha debido utilizarse para presentar equipos profesionales y científicos idóneos para el tamaño del compromiso. Sin duda, hubiese sido una demostración de voluntad política, que habría generado un clima de confianza y tranquilidad en la colectividad nacional. Ver al frente de esa responsabilidad a quienes estudiaron y se formaron para garantizar vida y salud, es indudable que inspira seguridad. Si es verdad que las medidas anunciadas están sujetas a constante revisión y adecuación, todavía el régimen tiene tiempo de reconocer su error y, por supuesto, rectificar.

Antonio Urdaneta Aguirre / urdaneta.antonio@gmail.com / @UrdanetaAguirre