La federación de organizaciones locales que ofrece oportunidades de estudio a los sectores más pobres de la sociedad venezolana, Fe y Alegría, alertó que en el país existe una deserción educativa que superan el millón de jóvenes en edad escolar.
Los distintos directivos de esta red de escuelas nacionales coincidieron en una rueda de prensa a propósito de su 65 aniversario, que la educación en Venezuela está en emergencia por la crisis que atraviesa el país, una situación que ha provocado el éxodo masivo de venezolanos, en su mayoría personas jóvenes.
Rafael Peña, director del Instituto Técnico »San José Obrero», destacó que un docente tipo 4 con turno completo de trabajo puede cobrar 22.000 bolívares por día.
Al respecto, Peña pidió al cuestionado gobierno de Nicolás Maduro a considerar el pago de deuda de 268% al gremio educativo del país, y la eliminación del cálculo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre).
La maestra Luisa Pernalete indicó que Fe y Alegría presta especial atención a los niños dejados atrás por sus padres que migran en busca de mejores oportunidades en otra nación.
Pernalete alertó que estos infantes abandonados en medio de la migración, son «una población huérfana de atención» y que podrían presentar desmotivación, depresión y comportamientos agresivos por la falta de vigilancia y acompañamiento.
Por otro lado, la directora del programa Escuela de Fe y Alegría, Noelbis Aguilar, explicó que el año 2019 cerró con 9.000 niños dejados atrás en la migración venezolana, y que este año 2020 cuentan 7.450, una baja que atribuyen a que muchos niños han inmigrado y otros padres han retornado a Venezuela.
El Pitazo