Carreras aplazadas o disputadas sin público e incertidumbres planeando sobre el calendario: la temporada 2020 de la Fórmula 1 está marcada de inicio por la epidemia del nuevo coronavirus, que eclipsa el protagonismo reservado a Lewis Hamilton, que este año podría igualar a títulos con el mítico Michael Schumacher.
La primera carrera del año, el Gran Premio de Australia este domingo 15 de marzo, debería poder disputarse con normalidad.
Los italianos, especialmente los integrantes del equipo Ferrari y los del suministrador de neumáticos Pirelli, han podido emprender viaje a Melbourne pese a la cuarentena que afecta al norte de su península.
La segunda carrera del curso, en Baréin el 22 de marzo, tendrá lugar a puerta cerrada, una circunstancia inédita en la historia de la Fórmula 1. Y el tercer Gran Premio, que se organiza por primera vez en Vietnam, se mantiene por ahora en el calendario, aunque el cuarto, el de China, ha sido aplazado a una fecha por determinar por la epidemia que acapara titulares en la información mundial.
Si finalmente la carrera en China puede disputarse, la temporada contará con un número récord de 22 pruebas en el calendario, con el regreso del Gran Premio de Holanda en el histórico circuito de Zandvoort.
Mercedes y Lewis Hamilton son los grandes favoritos. El constructor alemán se adjudicó todos los campeonatos desde la llegada de los motores híbridos en 2014 y el piloto británico añadió cinco coronas a la que conquistó en 2008 cuando lucía los colores de McLaren.
Un séptimo título mundial para Hamilton le permitiría igualar a Schumacher en el palmarés histórico de la competición.
El piloto inglés de 35 años, conocido por su disciplina física y mental, aseguró antes de la nueva temporada que será «todavía más fuerte», a modo de mensaje intimidatorio para sus rivales, junto a fotografías suyas enseñando su torso musculado y tatuado.
Entre los aspirantes a su trono están Sebastian Vettel y Charles Leclerc, compañeros de equipo en Ferrari.
Vettel, cuatro veces campeón mundial, no ha conseguido ningún título desde que corre para la Scuderia y se ve cada vez más amenazado por el empuje del monegasco Leclerc, que con un cuarto puesto en el pasado Mundial le superó en la general final.
– ¿Arma letal de Mercedes? –
El nuevo Ferrari no se ha mostrado por ahora muy convincente en los ensayos de pretemporada e incluso ha tenido que soportar una polémica sobre las dudas acerca de la legalidad del motor de los bólidos italianos utilizados el pasado año.
A finales de febrero se firmó un acuerdo confidencial entre el constructor de Maranello y la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que puso fin a la investigación a cambio de una contribución financiera de Ferrari. Siete equipos rivales se enfadaron con este acuerdo y amenazaron con llevar el caso a los tribunales.
Entre ellos está Red Bull, una escudería liderada por el prodigio holandés Max Verstappen (22 años), tercero en la clasificación final el año pasado y ahora secundado por el tailandés Alexander Albon.
Red Bull espera aprovechar las buenas sensaciones del año pasado de su motor Honda y superar a Ferrari, plantando incluso cara a los Mercedes.
Pero Mercedes podría contar con un arma letal para la competencia, el «DAS» (Dual Axis Steering), una nueva herramienta tecnológica desvelada en los ensayos de pretemporada en Montmeló y validada como legal por la FIA.
Ese ingenioso dispositivo permite a los pilotos modificar la geometría de las ruedas delanteras mediante el volante. La amplitud de la ganancia potencial se verá exactamente cuando Hamilton y su compañero finlandés Valtteri Bottas lo utilicen en carrera.
Por detrás del ‘Top 3’ de escuderías está la pugna de la ‘clase media’ de los equipos, que se presenta muy equilibrada, especialmente entre McLaren (con Carlos Sainz Jr), Renault y Racing Point. Ese último equipo confía en el talento de sus pilotos, el mexicano Sergio Pérez y el canadiense Lance Stroll.
Los Alfa Romeo, los Williams y los AlphaTauri (antes Toro Rosso) tratarán de inmiscuirse en la pelea.
AFP