El empeño de la Bundesliga de reanudar el torneo en mayo se topó el lunes con más cuestionamientos, luego que un virólogo alemán advirtió que la salud de los futbolistas sigue expuesta a un contagio del coronavirus.
El profesor Uwe G. Liebert dijo al diario Mitteldeutsche Zeitung que las propuestas de higiene de la liga — partidos sin público, constantes pruebas y monitoreo permanente de los jugadores — son insuficientes para garantizar la salud de los involucrados.
“No sabemos de los efectos a largo plazo de una enfermo con COVID-19”, dijo Liebert, refiriéndose a la muerte de un paciente de 31 años sin trastornos de salud subyacentes al contagiarse con la enfermedad. “Es posible enfermarse gravemente o morir por el virus a una joven edad”.
Liebert, director del Instituto de Virología en la Universidad de Leipzig, dijo que el plan de la liga de poner en cuarentena a jugadores que den positivo por el virus tiene defectos.
“Sólo se puede detectar una infección después de 48 horas… Desde mi punto de vista, toda persona en contacto con el futbolista es un contacto de primer grado”, indicó en alusión a la categoría que el Instituto Robert Koch, especializado en control de enfermedades, dio a las personas que tenga un contacto cercano durante más de 15 minutos. “Así que todo el mundo tendría que entrar en cuarentena, posiblemente el equipo rival”.
Pese a la prohibición de congregaciones masivas hasta fin de agosto en Alemania, los directivos del fútbol confían reanudar la liga sin público, poniéndose el 9 de mayo como la fecha más prematura.
Pero es una decisión que no depende de ellos. La próxima reunión de la canciller Angela Merkel’ con los gobernadores de los estadios para analizar la lucha contra la pandemia está prevista para el jueves, y la Bundesliga no está entre los temas prioritarios.
Al comenzar la semana, Alemania registraba casi 160.000 casos del coronavirus, con casi 6.000 decesos atribuidos al COVID-19, según la Universidad Johns Hopkins.
El verdadero número de contagio debe ser más elevado debido a que mucha gente no se ha sometido a pruebas y los estadios sugieren que la gente puede infectarse sin presentar síntomas.
Si bien el gobernador de Bavaria Markus Söder y su contraparte de Renania del Norte-Westfalia Armin Laschet parecieron estar conformes con el plan de la Bundesliga para retomar la actividad, las propuestas han sido criticadas por otros políticos y expertos sanitarios.
Annalena Baerbock, líder del Partido Verde, señaló el domingo que sería “sumamente injusto (reanudar la liga) cuando a un niño ni siquiera se le permite estar en un solitario columpio”.
El vicepresidente del Instituto Robert Koch, Lars Schaade, fustigó previamente el plan de realizar pruebas constantes a los futbolistas cuando el tests deberían enfocarse en personas con síntomas o que pudieran tener vínculo con un brote.
Grupos de aficionados también han expresado oposición, y el gremio de la policía advirtió que los hinchas podrían congregarse afuera de los estadios si no se les permite ingresar. Varios aficionados se presentaron al exterior del cerrado estadio del Borussia Mönchengladbach para el derbi contra Colonia el 11 de marzo. La liga fue suspendida dos días después.
AP