La Disciplina como fundamento policial es primordial en todos los aspectos ya que es el reflejo del comportamiento para mantener el orden y la subordinación, mientras que el estilo, son los rasgos particulares que confieren una personalidad propia. Ahora policialmente hablando es difícil entender por qué las féminas confunden estilo con disciplina. La carrera policial es técnica y táctica en todos sus sentidos y requiere un conjunto de habilidades y conocimientos para ejecutar una acción.
La pregunta es la siguiente: ¿Mi estilo policial me ayuda como fémina a neutralizar, ejecutar, manipular o solucionar un conflicto? La respuesta continúa siendo la misma y forma parte del estigma de muchas compañeras que han pasado toda su carrera policial detrás de un escritorio o al pie de un archivo porque confunden estilo con disciplina.
Actualmente ya es “normal” observar una mujer policía con prendas, aretes largos, maquillaje tipo coctel y sus hermosas uñas postizas, tomando en cuenta su ajustado uniforme que ya parece pintura corporal y su larga cabellera suelta que la hace ver aún más sexy, lo que evita que cualquier delincuente obviamente se resista al arresto. Entonces al verlas, surge de inmediato la pregunta del millón: ¿Dónde está la superioridad? ¿Dónde está la supervisión? ¿Dónde quedó el conocimiento táctico y la responsabilidad personal de cada funcionaria?
¿Acaso existe una persona que siente a estas señoritas y les dé una clase magistral de como uniformarse? ¿cómo salir a la calle? de que el trabajo policial no es una pasarela de moda, sino que es un camino de riesgo, de que es totalmente anti táctico llevar uñas largas, porque a la hora de accionar el arma de reglamento las uñitas no lo permitirán, porque no podrá correr, saltar o realizar cualquier movimiento con su uniforme súper ajustado, porque son blanco fácil con el cabello suelto y los aretes, porque no trasmiten carácter ni seriedad con ese maquillaje recargado, y que los pines con carita feliz o los de cuando eran Scouts no los pueden utilizar en el uniforme a menos que sean estrictamente condecoraciones policiales, porque simplemente todos esos adornos imposibilitan el trabajo, así cuando se hacen presa al caminar uniformadas y en blanco (Distraída) con un bolso de Carolina Herrera observando las vidrieras de cualquier boutique un viernes por la tarde como toda una diva.
Es increíble saber de hechos totalmente descabellados que son vistos a diario y lo lamentable de estos sucesos es que en la actualidad los índices de mujeres policías víctimas de agresión física continúan subiendo a gran escala de manera exagerada. La falta de disciplina las tiene arropadas en su totalidad y la mayoría no utilizan armas de fuego haciéndolas cada vez más vulnerables. Un excelente consejo en mantener la disciplina, realizar periódicamente cursos de capacitación y no de maquillaje, patrullaje, talleres de formación y valor agregado al sistema policial actual, inspecciones continuas por parte de la superioridad con el firme propósito de medir el primer nivel que es la presencia y el enfoque de cada uno de los uniformados con énfasis en las féminas para evitar la antesala de belleza que a diario vemos en muchas de nuestras compañeras. Porque se puede ser femenina, pero no hay necesidad de tanto adorno que no encaja con lo laboral y que representa un arma de doble filo a la hora de enfrentar.
Dra. Desiree Parra / @desireeparraf