Este jueves se dio a conocer la dolorosa noticia de que Carlos Donoso, reconocido humorista y ventrílocuo venezolano, falleció tras cuatro meses de lucha contra el cáncer de pulmón.
La noticia de su diagnóstico se dio en enero, y en el mes de marzo su familia comenzó a recolectar fondos para los tratamientos a los que debía ser sometido el humorista.
Ante la crisis y el confinamiento provocados por la Covid-19, sus hijos buscaban la apertura de un «mecanismo humanitario» que le permitiera a uno de ellos viajar desde Santiago de Chile hasta Bogotá para hacer compañía a su padre. No les fue posible viajar y Donoso falleció lejos de sus hijos.
El comunicado, con fecha del 13 de abril, fue publicado mediante Twitter.
En marzo, a través de Twitter, su hijo, David Donoso, publicó un mensaje en el que solicitaban colaboración para su padre. «Entre sus hijos organizamos una recaudación de fondos y un programa de entrevistas para rescatar sus memorias», leía el tweet.
La página de la recaudación, puesta en marcha mediante la plataforma GoFundMe, sus hijos detallaban que la afección se encontraba en el pulmón derecho y que, debido a la grave situación económica de Venezuela, se les dificultaba costear los gastos.
«De acuerdo con la American Cancer Society, una vez que el cáncer se ha propagado a los huesos pocas veces se puede curar. Sin embargo, a menudo se puede tratar para reducir, detener o retardar su crecimiento. Aun cuando la cura ya no es posible, el tratamiento del cáncer puede ayudar a que mi papá pueda sentirse mejor y a vivir más tiempo», escribió Juan Donoso, su otro hijo, en la publicación.
Donoso, de 63 años, se encontraba hospitalizado en Colombia desde hacía «varias semanas» en el momento de la publicación.
El «padre» de Kini y Lalo, quien fuera abogado, imitador, productor, cantante y guionista de teatro, radio y televisión, siendo aclamado en el mundo entero por su humor negro y sarcasmo, falleció hoy tras una corta pero difícil batalla contra el cáncer.
Colombia fue su segunda casa. Para él , ese país era «la cuna del humor», según comentó a la revista People VIP, pues era un invitado permanente a Sábados Felices Hace poco más de un año, fue entrevistado en NTN24 para el programa Líderes.
Su vida será recordada
Su extraordinaria capacidad de dar voz a sus muñecos sin mover los labios y los músculos de la cara lo llevaron a ser reconocido como el padre de los ventrílocuos.
Aunque nació en Venezuela, fue recibido como un hijo en toda América Latina, su pasión por hacer reír a los demás le sumó varios reconocimientos mundiales.
Su personaje más antiguo era Kini, un mico de ojos saltones, impertinente, a quien describió como «amigo inseparable» durante 50 años. Donoso siempre contaba que Kini nació de la necesidad de trabajar con un muñeco más profesional, pues a los 14 años creyó haber dejado embarazada a su novia y debía generar ingresos. Un amigo le entregó un peluche «destartalado» y sin ojos, que luego fue confeccionando con las muñecas de sus hermanas. Fue este mismo personaje el que inmortalizó la frase «me saca la piedra», para referirse a la perdida de paciencia.
El maestro de este arte hizo público su padecimiento de cáncer de pulmón en marzo, pues su hijo David debió iniciar una campaña de recaudación de 27 mil dólares para el tratamiento. Aunque intentaron buscar «mecanismos humanitarios» para viajar a Bogotá, el humorista falleció sin sus hijos, pues tres estaban en Chile y uno en Estados Unidos.
Su alegre e inolvidable voz se ha apagado, pero seguirá viva por siempre en la memoria de sus seguidores.
Que en paz descanse el ventrílocuo de América.
NTN24