Mientras un eufórico Nicolás anuncia que, a ti, sí, a ti que lees este artículo también te llegará la operación Tun Tun, por violento y terrorista; el Gobierno de Estados Unidos, articulados con la comunidad Internacional, inician la operación Tic Tac y ponen a correr a quienes sí saben muy bien lo que es el terrorismo. Mientras, los venezolanos, en su mayoría padeciendo la crisis humanitaria en sus casas en medio de la cuarentena, solo les queda ver Tik Tok.
Al contrario de aplicar medidas que puedan amortiguar el padecimiento de los venezolanos que ya cumplen más 15 días en cuarentena, muchos de ellos sin trabajar, producir y generar ingresos, sometidos como lo hacemos en el Zulia, a no tener electricidad varias horas al día, no ver agua por tubería desde hace semanas o no tener ni siquiera gasolina para ir a la farmacia; quienes están Miraflores, se han dedicado a ocultar cifras, perseguir cobardemente a dirigentes y a sus familias, dar limosnas a través de un carnet, negarle la gasolina a los médicos y pacientes renales y oncológicos e ignorar el sufrimiento de millones de venezolanos.
Urge que se apliquen medidas, a corto, mediano y largo plazo. Estas deben tomarse de inmediato antes de que veamos –aún más- el impacto de la cuarentena en nuestros hogares. La medida de cuarentena es necesaria, pero trae sus consecuencias. La pandemia se puede contener quedándonos en casa, pero no podemos hacerlo con neveras vacías y en ese sentido más de 7.000.000 de venezolanos hoy se encuentran vulnerables. Suscribimos la propuesta de Carlos Ocariz, de entregar un bono de US$100 por familia, que lejos de ser una medida populista, es una medida de asistencia social en medio de la crisis como lo han hecho en EEUU, Perú, Ecuador, El Salvador, etc. A la empresa privada, al emprendedor, hoy el principal generador de empleos en nuestro país, se le deben de ofrecer medidas de subsidio a las imposiciones fiscales. No es caer en demagogia, es pensar en los venezolanos.
La prioridad debe ser esa, salvar la vida de millones de venezolanos. Mientras se logra un gobierno de emergencia nacional, tan necesario, se debe evaluar cómo se ejecutarán estas medidas. En nuestro país, no existe un censo poblacional confiable, ya que los pocos que se han hecho, no han sido más que armas políticas de control social.
En el difícil momento por el que atravesamos, es un acto de responsabilidad, que tenemos que tomar al no salir de casa ante los números –muy pocos confiables- de Nicolás que nos pueden llevar a cada vez más contagios en la calle. La información es tan nula, que ni siquiera sabemos en cual semana –realmente- estamos de la curva, si la cuarentena se inició antes, o mucho después.
Y eso sí es terrorismo de estado, ocultar cifras, perseguir periodistas, personal de la salud o a todo aquel que piense o diga algo distinto a mi voluntad. Condenar a millones a un sistema de salud sin insumos, con áreas contaminadas de bacterias, sin ambulancias y con el personal peor pagado en el continente. Terrorismo de estado, es incluso, culpar a la gente por contagiarse, como lo aberrante que han sido las declaraciones contra el taxista que lamentablemente falleció.
Remar todos hacia el lado de los ciudadanos de nuestro país, es un deber en este momento. Impulsemos la solidaridad, ayudemos a nuestro vecino, propongamos desde nuestro espacio, como apaliar la crisis.
Todo el que hace tun tun, tendrá su tic tac, y mientras llega, nos tocará seguir viendo tik tok en casa, cuidándonos todos.
Orlando Chacón / @Orlandochacon_ / orlandochaconve@gmail.com