REFLEXIONES| USA, más que árbitro, patriarca y protector. Por Luis Acosta

Al arrancar el siglo XIX, específicamente el año 1823, bajo el lema “América para los americanos” el a la sazón Presidente John Quincy Adams, haciendo honor a su predecesor James Monroe, mas el Congreso de la Unión proclamaron lo que se dio por llamar “La Doctrina Monroe”. Mediante esa tesis o doctrina, comprometieron a la nación como los garantes de la seguridad de la América y, en consecuencia, cualquier ataque hacia estos países seria tomado como agresión hacia Estados Unidos y sus territorios. Por otro lado, la proclama prohibía lo gobiernos monárquicos en los dominios norteamericanos. Así se sembró el patriarcado gringo sobre América y, a posterioi, se abrió el paso a su protectorado para el resto del mundo.

Desde luego, que todo nació con la proclamación de la doctrina de Monroe porque enseguida se comenzó a perseguir el proyecto hermoso de constituir de hecho, espontánea y espiritualmente a los Estados Unidos como los protectores del Reino Unido, del Canadá, del resto de Europa y la Australia con su Oceanía.  Para ello era necesario crecer y, en efecto, se agregaron a la Unión los estados de Alaska y de Hawái. Entonces había que fortalecer su democracia, vender la idea de seguridad a través de la alternabilidad política y de sostener, por la vía de hecho y de derecho, la separación e independencia de sus poderes, tal lo acuerda su constitución. Aparte de estas consideraciones, la organización de Naciones Unidas ONU, no solo fue una iniciativa norteña, sino que, además, su mantenimiento económico y de servicio, por años, ha  sido financiada en su mayor proporción por USA.

Por otro lado, USA superó la depresión mundial del año 1929, y también ganó la 2da Guerra Mundial, al lado de sus aliados, el Reino Unido y Rusia. Estos lados positivos de los resultados, el poder demostrado al alimentar las dietas de los soldados en el conflicto mundial, y el cuidado firme y seguro de su territorio integrado, les hizo merecer el espontáneo emblema no solo de Patriarca de América sino también de protectores espirituales, políticos y materiales del mundo para lo cual ha demostrado destreza, enorme rendimiento político, organizativo, industrial, técnico y bélico como ningún otro en el planeta. Amén de su fuerza política desplegada por su vigorosa constitución sin alteraciones por cientos de años que habla de su estabilidad y justicia. 

Así pues, se llego al año 2020. El Presidente de EEUU al salir de su primer periodo y entrar en la pelea por au reelección, en su informe del Estado de la Unión concluye: los números de sus principales renglones se regocijan de sus excelentes resultados que incluye los volúmenes cuantiosos de las reservas del tesoro.

Pero algo incalculable, inesperado y catastrófico apareció en el espacio y mercado general de la salud. En efecto, un virus no conocido, penetrante, contagioso y peligroso ha aflorado agresivo en el ambiente, infectando toda acción de vida, obligando al gobierno a decretar una cuarentena y enfrentar el coronavirus vuelto pandemia que solo la protección de los Estados Unidos y su poder de organización ha podido controlar. Tanto o más, cuando el gobierno chino, en actitud desleal y acomodaticia, y según los corrillos políticos y sanitarios, mantuvo escondido la existencia del virus y los remedios conocidos, dejando abandonados a propios y extraños en tan profundo mal. 

Hoy tenemos que rendir un homenaje de reconocimiento y agrado al Presidente Trump a quien hemos visto cada día y cada instante al frente de su pueblo y nación dirigiendo y contribuyendo personalmente con su equipo de trabajo y su Vicepresidente Pence las acciones que después de meses de brega y dedicación se notan importantemente superadas. En esta pelea desigual, ante este maligno virus, mortífero y extravagante, que ataca inclementemente la salud de los pueblos del universo, sin la protección de los Estados Unidos el problema se hubiera, sin duda, complicado con pocos arreglos.

Luis Acosta