Casa por cárcel. Por José Lombardi / (@lombardijose)
En estos tiempos de pandemia y cuarentena, las redes sociales y el internet han sido los grandes protagonistas, información viene de todos lados, creemos habernos convertido en expertos sobre virus y pandemias, pero la realidad es que tenemos un exceso de información que termina confundiéndonos y llenándonos de angustias e incertidumbres que en algunos casos no sabemos dónde está la verdad.
Recientemente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertaba sobre el aumento masivo de las enfermedades mentales a causa de la pandemia del Covid-19, a pesar de que las causas que mencionan son el aislamiento, miedo al contagio, temor de no poder despedirnos de los seres queridos y la pérdida de empleo, agregaría también a las redes sociales y el internet quienes en vez de aliviar estas angustias las multiplican, generando un caos apocalíptico que solo beneficia a quienes hacen dinero con ellas, no es casual que dentro de las recomendaciones que nos hacen los psicólogos, psiquiatras y organizaciones de salud para evitar estas angustias sea alejarnos un poco de ellas.
Lo complicado de esta situación es que estas angustias e incertidumbres se transforman en miedo y este a su vez tiene la característica de paralizarnos, esta realidad la conocen y manejan bien quienes detentan y ejercen el poder con autoritarismo, ellos saben que el miedo es una de sus mejores armas de control social, el autoritarismo es imposición, es ignorar o exterminar a quienes piensen distinto, el autoritarismo no acepta reclamos y mucho menos sugerencias, son las ideas impuestas a la fuerza y todo aquel que piense distinto será calificado como enemigo de las ideas totalitarias que se intentan imponer.
La pandemia del Covid-19 inevitablemente esta generado una crisis social, económica y política, la perversidad de los sistemas y gobiernos autoritarios pretenden convertir esta desgracia en una oportunidad, la cuarentena o confinamiento que comenzó como una respuesta radical para frenar las cadenas de contagio, hoy lucen mas como cadenas de control social para limitar la libertad del ser humano a su libre desarrollo, hoy sabemos que el confinamiento total no es la única respuesta a la pandemia, existen políticas de distanciamiento social y control sanitario capaces de cortar y/o minimizar las cadenas de contagios sin necesidad de encarcelar al ser humano, en el caso venezolano, el Gobierno no solo ha extendido este encarcelamiento sino que además lo radicaliza privando a la sociedad de combustible y servicios básicos, garantizando de esta manera un control social efectivo que les permita seguir manteniendo el poder sin amenazas.
José Lombardi / @lombardijose