La política Zuliana es un «cuero seco», saltan los problemas por todas partes, si no hay un cambio de régimen, no habrá solución. Es un problema estructural, resultado de la destrucción que ha hecho al país el socialismo del siglo XXI, ahora bien, podemos salir de esto.
Las protestas a las calamidades de la población, las combaten con represión, lo cual amerita efectuar un Diagnóstico que se manifiesta en cinco fases lineales, a saber:
Fase 1. El COVID-19 nos ha recordado que hay desafíos que no podemos enfrentar solos, ni como Estado, ni como seres humanos, las peores consecuencias se pueden y se deben evitar apartando el virus del accionar político. Lamentablemente, en Venezuela y particularmente en el Zulia, el Covid-19 ha desatado una actitud de hostigamiento en vez de ser preventiva.
Fase 2. La actividad política se mueve en función de las decisiones de la cúpula del Régimen Caraqueño. 1) La gasolina, es un detonante hiper-inflaciónario que pulveriza la economía del Estado. 2) Nos aproximamos a un estadio de Anomia (ausencia de normas). 3) La desunión de la oposición se torna como un torbellino que se puede llevar por delante a líderes importantes y con ello, a la sociedad civil en pleno. 4) La incertidumbre, asociada a la desinformación del régimen, nos coloca en un estado de Humillación permanente frente a la hegemonía comunicacional del sistema, y,5) La presión de la comunidad internacional es o debería de ser decisiva para la conformación de un gobierno de «Unidad Nacional.»
Fase 3. La economía en el Zulia está en bancarrota, el aparato productivo destruido, las empresas básicas desmanteladas, PDVSA-Zulia devastada, el sector privado acorralado, la agroindustria arrazada, los minerales entregados a chinos, rusos e iraníes (mayor tajo), colapso total, no hay divisas, tampoco bolívares.
Fase 4. Se requieren estrategias concretas, serias, sistemáticamente viables y racionales para adelantar un quiebre en la estructura del régimen para dar paso al gran pacto zuliano con los sectores populares, barrios, urbanizaciones, comunidades en general.
Fase 5. Generar, crear un plan estratégico de gobernabilidad para el Zulia, a mi juicio, que apunte a estabilizar urgentemente la vida de los zulianos, porque contamos con la gente capacitada para llevarlo a cabo.
Por último, hago un llamado a recomponer la unidad opositora zuliana, porque la percibo políticamente desintegrada y a nivel estratégico, sin un plan de acción. Estamos a tiempo.
«Por la justicia social en una Venezuela mejor.»
Joaquin Chaparro / @joaquinchaparro