La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó este 4 de mayo el “Protocolo de Atención Espiritual a los Fieles durante la Contingencia Sanitaria por el COVID-19”, un esfuerzo que da líneas guías a los sacerdotes para atender a enfermos, entre ellos, los afectados por el coronavirus en México.
A través de Twitter, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, señaló que “este importante protocolo pretende reproducir en los sacerdotes la imagen de Jesús el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, pero sin contagiarlas”.
El protocolo publicado por la CEM incluye apartados para la “Asistencia espiritual y Administración de los Sacramentos a Enfermos graves sin COVID-19”, así como los casos de “sacerdotes designados Capellanes para administrar la Unción de los enfermos a Personas con COVID-19”.
También se incluye la recomendación a las diócesis mexicanas para crear portales digitales “de oraciones e Intenciones para Misas a ofrecerse por enfermos o difuntos a causa del COVID-19”, así como los consejos para atender casos de muertes durante el periodo de emergencia sanitaria en el país.
Los obispos mexicanos indicaron en el protocolo que “la enfermedad y la muerte son momentos muy sensibles de la existencia humana que requieren ser acompañados con caridad fraterna y pastoral”.
“Esa misma caridad pastoral nos pide aceptar ciertas restricciones, cumplir responsablemente con algunas disposiciones y, en tiempos más críticos, aumentar nuestra prudencia y creatividad pastoral”, indicó la CEM.
“La prudencia es fruto de la experiencia pastoral madura y no improvisada, que genera una sabiduría práctica para tomar las mejores decisiones sobre la aplicación de normas morales y sanitarias en el caso particular. Prudencia y creatividad, hoy son indispensables”, añadió.
Los obispos mexicanos expresaron su deseo de que “este protocolo pueda inspirar formas de acompañamiento espiritual a los enfermos, a los difuntos y a sus familias en estos tiempos de emergencia sanitaria, donde cada obispo y sacerdote, evaluando cada caso, tomando en cuenta la situación de la persona enferma, considerando el contexto normado por la moral cristiana y las autoridades sanitarias, asuma responsablemente sus posibilidades y actúe en consecuencia, a imagen de Cristo Buen Pastor de sus ovejas”.
“Que María Santísima de Guadalupe, Reina de México y salud de los enfermos, interceda por nosotros, nos asista con su luz y nos acompañe en el cumplimiento de nuestros respectivos ministerios”, concluyeron.
De acuerdo a la universidad estadounidense especializada en medicina Johns Hopkins, al 5 de mayo suman 3.607.469 casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo, así como 252.301 muertes.
El Gobierno de México informó la noche del 4 de mayo que en el país “se han confirmado 24.905 casos y 2.271 defunciones por COVID-19”.
Dos sacerdotes han fallecido a causa de COVID-19 en México, y al menos otros tres han sido infectados.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó este 4 de mayo el “Protocolo de Atención Espiritual a los Fieles durante la Contingencia Sanitaria por el COVID-19”, un esfuerzo que da líneas guías a los sacerdotes para atender a enfermos, entre ellos, los afectados por el coronavirus en México.
A través de Twitter, Mons. Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, señaló que “este importante protocolo pretende reproducir en los sacerdotes la imagen de Jesús el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, pero sin contagiarlas”.
El protocolo publicado por la CEM incluye apartados para la “Asistencia espiritual y Administración de los Sacramentos a Enfermos graves sin COVID-19”, así como los casos de “sacerdotes designados Capellanes para administrar la Unción de los enfermos a Personas con COVID-19”.
También se incluye la recomendación a las diócesis mexicanas para crear portales digitales “de oraciones e Intenciones para Misas a ofrecerse por enfermos o difuntos a causa del COVID-19”, así como los consejos para atender casos de muertes durante el periodo de emergencia sanitaria en el país.
Los obispos mexicanos indicaron en el protocolo que “la enfermedad y la muerte son momentos muy sensibles de la existencia humana que requieren ser acompañados con caridad fraterna y pastoral”.
“Esa misma caridad pastoral nos pide aceptar ciertas restricciones, cumplir responsablemente con algunas disposiciones y, en tiempos más críticos, aumentar nuestra prudencia y creatividad pastoral”, indicó la CEM.
“La prudencia es fruto de la experiencia pastoral madura y no improvisada, que genera una sabiduría práctica para tomar las mejores decisiones sobre la aplicación de normas morales y sanitarias en el caso particular. Prudencia y creatividad, hoy son indispensables”, añadió.
Los obispos mexicanos expresaron su deseo de que “este protocolo pueda inspirar formas de acompañamiento espiritual a los enfermos, a los difuntos y a sus familias en estos tiempos de emergencia sanitaria, donde cada obispo y sacerdote, evaluando cada caso, tomando en cuenta la situación de la persona enferma, considerando el contexto normado por la moral cristiana y las autoridades sanitarias, asuma responsablemente sus posibilidades y actúe en consecuencia, a imagen de Cristo Buen Pastor de sus ovejas”.
“Que María Santísima de Guadalupe, Reina de México y salud de los enfermos, interceda por nosotros, nos asista con su luz y nos acompañe en el cumplimiento de nuestros respectivos ministerios”, concluyeron.
De acuerdo a la universidad estadounidense especializada en medicina Johns Hopkins, al 5 de mayo suman 3.607.469 casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo, así como 252.301 muertes.
El Gobierno de México informó la noche del 4 de mayo que en el país “se han confirmado 24.905 casos y 2.271 defunciones por COVID-19”.
Dos sacerdotes han fallecido a causa de COVID-19 en México, y al menos otros tres han sido infectados.
Para acceder al texto completo del Protocolo de Atención Espiritual a los Fieles durante la Contingencia Sanitaria por el COVID-19 de la Conferencia del Episcopado Mexicano, puede ingresar AQUÍ.
Aciprensa