Shakira está profundamente preocupada por la pandemia del coronavirus. La cantante colombiana no pega ojo con todo lo que le ronda por la cabeza.
Sobre todo por las cifras de afectados y muertos que llegan desde Estados Unidos. El país norteamericano es de los más afectados por el COVID-19. Es el lugar donde se conocen más casos de infectados muertos. Y la de Barranquilla no puede dejar de pensar en sus padres.
Estos se encuentran viviendo en Miami, y aunque respeten al máximo el confinamiento, no dejan de ser personas de riesgo. Y Shakira no puede evitar dejar de pensar en que algo terrible pudiera ocurrir en cualquier momento.
Shakira mantiene el distanciamiento social en casa
Pero eso no es todo. La artista tampoco puede estar tranquila viendo como los jugadores del FC Barcelona vuelven al trabajo. Y es que a Gerard Piqué le ha tocado ir a entrenar esta semana, después de pasar el test de la enfermedad y haber dado negativo.
En este sentido, si por Shakira fuera, la Liga y la Champions League ya no se disputarían ese año. Teme que en algún contacto fortuito Piqué pueda contraer la enfermedad y que esta pueda entrar en su casa y amenazar a sus hijos, Milan y Sasha.
En este sentido, tal y como recogíamos en Diario Gol, la cantante habría pedido al jugador catalán mantener ciertas distancias desde que volvió a ir a la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Shakira no se fía y prefiere ir con cuidado, pues cualquier prevención es poca.
Shakira se va de Barcelona
Pero eso no es todo. La cantante está esperando como loca que empiecen a avanzar las fases en Cataluña con tal de poder moverse de la ciudad condal, donde últimamente se están produciendo más casos de infectados y muertos.
Los hijos de la pareja ya no volverán al colegio este curso y la artista está esperando que Pedro Sánchez permita movimientos entre provincias para poder hacer las maletas y marcharse a la casa que la pareja tiene en La Cerdanya, en el Pirineo catalán.
EFE