Casi todo quedó grabado en video: un par de sicarios acribillaron a tres personas de una misma familia, el pasado jueves, cerca de un conjunto cerrado en la localidad de Fontibón, Bogotá, Colombia.
Una de las víctimas fue identificada como Sleiter José Leal, cambista venezolano de 36 años de edad. Y luego se supo que la primera persona atacada era su mamá y la otra su hijo, que alcanzó a sobrevivir al atentado.
El acto sicarial pasó inadvertido porque un día antes se registró el robo de la joyería en Gran Estación, que incluyó armas con silenciador, lo cual centró la atención de la ciudad.
Y si bien ambos casos son evidencia de la escalada de inseguridad que se está presentando en Bogotá –y que incluye asaltos callejeros en motos, con armas blancas y revólver–, el de Fontibón tiene un trasfondo hasta ahora desconocido.
Se trata de la presencia de bandas de venezolanos que están actuando en Bogotá y que, según autoridades, manejando el microtráfico y la explotación sexual de migrantes.
Fuentes oficiales le confirmaron a El Tiempo que Leal tenía antecedentes en su país. Además, que habría desaparecido, en 2016, del Centro de Arrestos y Detenciones Preventivos de Cabimas, en el estado de Zulia.
De hecho, por medio de redes sociales como Instagram la banda venezolana llamada Yeico Masacre se atribuyó el doble crimen.
Con fotos de la escena del asesinato y de armas al lado del nombre de la víctima, hablan de otro hombre que, al parecer, merodea por el parque de la 93, norte de la capital.
Funcionarios judiciales señalaron que están indagando sobre las actividades de Leal en Colombia y los móviles de su crimen.
Guerras entre grupos
Al respecto, El Tiempo estableció que tanto la Dirección de Investigación Criminal e Interpol como las Seccionales de Investigación Criminal saben que, desde mediados de 2019, organizaciones criminales venezolanas han ido ingresando a territorio colombiano por medio de los flujos migratorios irregulares.
«Entre ellos hay fichas de los Melean y Yeico Masacre. En el pasado fueron socios, pero por diferencias y deslealtades terminaron distanciados. Hoy se disputan el control de expendios de droga y microtráfico en las zonas de Fontibón, Chapinero y Santa Fe, al punto que han desplazado a redes criminales colombianas. También ejercen el control de prostíbulos para la explotación sexual de migrantes», aseguró la fuente oficial.
De hecho, afirma que hay al menos 12 crímenes en Colombia (dos recientes registrados en Ibagué) vinculados a la guerra entre esas bandas.
El tema se ha ventilado en reuniones con la Fiscalía y con Migración Colombia, la cual prendió las alarmas en 2019.
Sobre el acto sicarial, el coronel Alexáder Amaya, de la Policía Metropolitana, confirmó que el hombre muerto registraba antecedentes penales.
Y el oficial agregó: «Los hechos se presentaron en el barrio Centenario de Fontibón. Ya tenemos identificados a los agresores y los carros en los que iban. Continuamos con la investigación y pronto habrá resultados».
El Tiempo