Mientras operaba de forma pacífica en el mar Caribe, el destructor de misiles guiados clase Arleigh Burke USS Nitze llevó a cabo una operación de libertad de navegación el 23 de junio, para impugnar un reclamo marítimo excesivo que sostiene Venezuela.
El buque de la Marina de los EE. UU. efectuó la operación en aguas internacionales, fuera de las 12 millas náuticas que constituyen la jurisdicción territorial venezolana. Durante la operación, el buque navegó legalmente por una zona que el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro reclama como propia; un reclamo incompatible con las normas del derecho internacional.
La Marina de los EE. UU. realiza regularmente operaciones de libertad de navegación en todo el mundo, con el objetivo de preservar la navegación marítima y garantizar derechos de acceso para todas las naciones, factor esencial para la movilidad de las fuerzas de los EE. UU. en el mundo.
El acceso global a las aguas internacionales preserva los intereses nacionales de los EE. UU., promueve un orden mundial justo y asegura que la Marina de los EE. UU. pueda llevar a cabo misiones clave, como despliegues de asistencia humanitaria, ayuda ante catástrofes, apoyo a operaciones antidrogas internacionales y ejercicios multinacionales que fortalecen las asociaciones regionales.
“Los EE. UU. seguirán volando, navegando y operando donde lo permita el derecho internacional, preservando los derechos, libertades y uso legítimo del mar y del espacio aéreo” expresó el Almirante de la Marina de los EE. UU. Craig S. Faller, comandante del Comando Sur de los EE. UU. “Estas libertades son las bases de los esfuerzos de seguridad en curso, y son esenciales para lograr la paz y la estabilidad en la región”.
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