Una parte del comercio informal del casco central de Maracaibo sigue activo. Vendedores de café, plátanos, cambures, fororo y otros comerciantes ambulantes permanecen en las inmediaciones de Las Pulgas, La Redoma, San Felipe y Caribe Zulia.
El casco central de la ciudad, aún en la soledad, sirve de “pasadero” para quienes van de un lado a otro de la cuidad. Aunque hace un mes que el gobierno regional ordenó el cierre de esa zona comercial.
Las Pulgas y toda el área que la circunda fue declara el “foco de Covid-19 más grande del país”, por lo que ningún comercio o actividad informal debería estar activa en estos momentos.
Sin embargo, el centro de Maracaibo recibe cada día decenas de transeúntes que van y viene, compran frutas y verduras, y muchos no utilizan el tapabocas, mucho menos guantes, alcohol o respetan distanciamiento social.
“No podemos quedarnos en nuestras casa, porque nosotros vivimos del días y no tenemos para comer”, explica un carretillero.
Los transeúntes, que pasan por el centro como escala al movilizarse de norte a sur o de este a oeste, aprovechan para adquirir algunos comestibles en los comercios que permanecen abiertos.
Algunos comerciantes informales del perímetro de La Redoma, aseguran que “cuando nos sacaron tuvimos tiempo de llevarnos alguna mercancía para la casa”. Ahora regresan periódicamente a sacar sus pertenencias.
“Los guardias nos quitan 20 o 25 dólares para dejarnos sacar la mercancía que tenemos almacenada en el centro comercial”, denuncian.
Carros piratas y mototaxis hacen las veces de transporte público y dejan a los pasajeros “lo más cerca posible” de su destino final.
Diario La Verdad