Corea del Sur reportó el jueves 45 nuevos casos de COVID-19, todos a excepción de dos en el área metropolitana de la capital, continuando un rebrote que dura ya semanas y que las autoridades sanitarias temen que derive en una oleada masiva de contagios.
Las cifras anunciadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Corea elevaron el total nacional de casos a 11.947, con 276 decesos.
La capital, Seúl, reportó 21 nuevos contagios y otros 22 se registraron en las regiones próximas de Incheon y Gyeonggi.
El país ha estado confirmando entre 30 y 50 nuevos casos diarios desde finales de mayo, en su mayoría en las inmediaciones de Seúl, donde viven alrededor de la mitad de los 51 millones de habitantes del país.
A pesar de su preocupación por el constante aumento de las infecciones, las autoridades gubernamentales se resisten a los llamados para reimponer las medidas de distanciamiento social más estrictas que se suavizaron en abril, alegando que podría dañar su frágil economía.
Su postura parece contrastar con la urgencia que reclama el director de los CDC, Jung Eun-kyeong, quien dijo que los trabajadores de la salud tienen cada vez más problemas para rastrear las transmisiones, que se propagan rápido y de forma impredecible, a medida que la gente aumenta su actividad y respeta menos la distancia social.
Por otra parte, India reportó un nuevo récord de casos de coronavirus, con 9.996 infecciones en 24 horas, y dijo que los servicios médicos de las ciudades más afectadas — Mumbai, Nueva Delhi y Chennai — están desbordados por el aumento de los contagios. El Ministerio de Salud confirmó además 357 nuevas muertes, para un total de 8.102 entre 286.579 positivos, que la sitúan como la quinta nación más afectada del mundo.
La mayoría de los estados han levantado las restricciones contra la pandemia. El gobierno ha restaurado parcialmente los servicios de tren y permitió que tiendas y fábricas reanuden su actividad. El metro, los hoteles y las escuelas y universidades siguen cerradas en todo el país.
Según el Ministerio de Salud, se ha incrementado el número de pruebas diagnósticas que se realizan y el número de pacientes recuperados superó por primera vez el de casos activos.
China, el país donde comenzó la pandemia a finales del año pasado, confirmó el jueves un pequeño repunte en el numero de casos importados a 11. No hubo decesos ni contagios locales y solo 62 personas seguían en tratamiento por la enfermedad. Otras 130 estaban bajo vigilancia y aisladas por padecer el virus o dar positivo sin mostrar síntomas.
AP