El 10 de marzo de 2017, Yaxury Solórzano Ortega de 10 años, fue interceptada por unos delincuentes en el caserío Mangas Coveras, estado Guárico. Los antisociales les dispararon y a Yaxury una bala le alcanzó la cabeza, dejándola gravemente herida.
Al momento del trágico hecho, la niña se encontraba en compañía de su padre.
Yaxury Solórzano fue sometida a una intervención quirúrgica de cráneo, en el Hospital Pablo Acosta Ortiz, después de 48 horas, mientras, debido a que en el centro asistencial no había neurocirujano.
Una de las cosas que más me impresionó fue como todos los médicos que atendieron a la niña en el hospital seguían trabajando allí 21 meses después que ocurrió el hecho, dijo el sacerdote Gerardino Barracchini, vicario episcopal por la Santidad de la arquidiócesis de Caracas, vía telefónica, a La Verdad.
A pesar de que los médicos aseveraban que Yaxury quedaría discapacitada debido a las graves secuelas, en lo lingüístico, en la memora y hasta con pérdida de la visión. Días después de la operación, la niña comenzó a rechazar la intubación y comenzó a tener una reacción positiva.
Pasaron 20 días hasta que la niña estuvo completamente sana sin presenta ninguna complicación.
Desde el 18 de diciembre de 2018 al 11 de enero de 2019, los integrantes del tribunal eclesiástico estudiaron el milagro.
Los encargados fueron Juan Carlos Silva, sacerdote y juez del tribunal eclesiástico de Caracas; Pedro Reinaldo Pérez Hurtado, la pediatra Elizabeth Sosa de Bermúdez y el sacerdote Gerardino Barracchini.
Durante el proceso, se interrogaron a todos los testigos, entre ellos a los familiares de Yaxury. También se recolectaron las pruebas médicas, la historia clínica y los exámenes realizados antes, durante y después de la cirugía y recuperación.
Finalmente el 11 de enero del 2020, se realizó la última sesión en la sede de la Conferencia Episcopal, en Caracas, donde el cardenal Baltazar Porras firmó y selló el dossier y las copias que se entregaron al Vaticano para su beatificación.
Caraota Digital