El Gobierno de Francia ha anunciado este viernes la muerte del líder de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Abdelmalek Drukdel, en una operación llevada a cabo el miércoles en el norte de Malí que se ha saldado también con la muerte de «muchos de sus colaboradores más próximos».
La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, ha detallado que «las Fuerzas Armadas francesas, con el apoyo de sus socios, neutralizaron al emir de AQMI» en la operación, antes de recordar que Drukdel es «miembro del comité directivo de Al Qaeda y comandante de los grupos ‘qaidistas’ en el norte de África y la franja saheliana». AQMI es parte integrante de la coalición yihadista Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, junto con los grupos Ansar Dine, el Frente de Macina y Al Murabitún, este último encabezado por el destacado yihadista argelino Mojtar Belmojtar.
En este sentido, Parly ha indicado que «JNIM es uno de los principales grupos terroristas activos en el Sahel» y ha agregado que «las operaciones contra Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), la otra gran amenaza terrorista en la región, también continúan». La ministra ha desvelado en este sentido que las fuerzas francesas capturaron el 19 de mayo a Mohamed el Mrabat, un alto cargo del ISGS, antes de aplaudir a «todos los que han permitido y llevado a cabo estas operaciones audaces, que suponen duros golpes a estos grupos terroristas». «Nuestras fuerzas, en cooperación con los socios del G5 del Sahel, seguirán persiguiéndoles sin descanso», ha sostenido Parly, quien ha recordado que en la cumbre de enero en Pau se acordó una mayor coordinación en materia antiterrorista. «Este combate es esencial para la paz y la estabilidad en la región», ha remachado.
El yihadista estaba incluido en la lista de sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas
Drukdel, conocido también como Abú Musab Abdeluadud, ascendió en las filas del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) –germen de AQMI– a su vuelta a Argelia tras la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética.
El yihadista estaba incluido en la lista de sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas desde agosto de 2007 por su pertenencia a AQMI y su papel en la «financiación, planificación, facilitación, preparación o comisión de actos o actividades ejecutados por esa entidad o realizados en o bajo su nombre, junto con ella o en apoyo de ella».
Drukdel, quien mantuvo en el pasado fuertes lazos con Abú Musab al Zarqaui, juró lealtad al fallecido líder de Al Qaeda Usama bin Laden en septiembre de 2006 y confirmó en enero de 2007 que, por ello, el GSPC pasaba a llamarse AQMI. El grupo perpetró meses después una serie de atentados contra la sede del Gobierno y varios edificios públicos en la capital argelina, Argel, que se saldaron con más de 30 muertos y cerca de 250 heridos. Drukdel abogó además por el llamamiento de argelinos y extranjeros para financiar las actividades de AQMI.
El yihadista, condenado a cadena perpetua en rebeldía por un tribunal argelino por su relación con Al Qaeda, incrementó el área de operaciones de AQMI hacia el norte de Malí desde 2011 a través de su alianza con Iyad ag Gali, líder de Ansar Dine, lo que posteriormente derivaría en el surgimiento del JNIM, encabezado por Ag Gali.
El anuncio de la muerte de Drukdel ha llegado cerca de tres meses después de que el JNIM se mostrara dispuesto a participar en negociaciones con el Gobierno de Malí en caso de que las tropas de Francia y Naciones Unidas abandonen el país, si bien por el momento no hay confirmación oficial sobre su inicio. Asimismo, AQMI abogó por negociaciones con todos los países del G5 del Sahel y el propio Drukdel se mostró además favorable a aceptar una tregua reclamada por un destacado imán de Malí, Mahmoud Dicko, expresidente del Alto Consejo Islámico de Malí.
Malí, al igual que otros países del Sahel, ha venido registrando en los últimos meses un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.
El Confidencial