Mucha gente amiga, conocida y hasta extraños que de alguna manera saben que escribo artículos de opinión en prestigiosos medios de comunicación; me preguntan mi parecer, en vista de la inminente elección parlamentaria que los comunistas quieren realizar, “cueste lo que cueste, con fraude incluido”, con el interés supremo de defenestrar a Juan Guaidó de la Presidencia de la AN, quien cuenta con el respaldo de más de 60 países del mundo y obviamente con el respaldo de un 89,5% del pueblo de Venezuela (según todas las encuestas, incluyendo las pro oficialistas).
Utilizan al TSJ comunista 1. Para concretar acciones en ese objetivo; nombran un nuevo C:N:E con una mayoría comprometida radicalmente con el régimen y otros propuestos por entes políticos con una trayectoria como “mercaderes” de la política, todos ellos hartos conocidos, sin ningún poder de convocatoria pero con mucha sed crematística, a quienes no les importa en lo absoluto las penurias que estamos pasando los venezolanos, por culpa de un grupo de delincuentes que asaltaron el poder y utilizarlo para realizar todas las tropelías que los tienen al borde de ser capturados por estar solicitados por la justicia internacional y con una recompensa propia de delincuentes de “alto calibre”.
Por supuesto, todas estas acciones han recibido un RECHAZO TOTAL de la institucionalidad democrática y de Gobiernos del mundo y un RECHAZO ABSOLUTO de todos los sectores, sin excepción, que hacen vida en la dinámica política, económica, social, universitaria, religiosa, cultural, laboral, científica y ética de nuestro país.
En eso están abocados, buscan denodadamente la manera de impedir que la oposición pueda tener algún chance de llegar al poder en cualquier instancia, y no quieren que pase lo de la AN, donde triunfó la oposición de manera arrolladora. Ahora bien, no se necesitan siglas políticas para votar en unas elecciones presidenciales; cualquier tarjeta puede ser útil. En Venezuela, lo que está planteado desde hace rato es el fraude electoral ejecutado por el engendro y los cubanos para perpetuarse en el poder; eso es la prioridad; eso es lo que ha originado la relevancia de la figura de Guaidó y de su reconocimiento nacional e internacional. Entonces procedamos con ese nuevo C.N.E. a convocar “elecciones presidenciales”; para ello, en aras de lo que dice el nuevo rector Rafael S. Jiménez (que si no se actúa apegado a las normas institucionales ¡renuncia!) se debe invitar al proceso como observadores internacionales a representantes de la O.E.A. y la O.N.U., entre otros y verán que la respuesta nacional e internacional será distinta.
El Engendro, sabe que su régimen no resiste una auditoría seria en ninguna área de acción gubernamental, para someterse a un proceso eleccionario; la corrupción es generalizada y bestial; la violación flagrante de la CN que ha ocurrido en estos 20 años de gestión, fundamentalmente en lo referente a los Derechos Humanos, lo van a llevar a responder ante la justicia nacional e internacional, por los daños causados a la patria y a las personas; por cierto, a eso es lo que le teme el Fiscal, la continuación del expediente negro con la posición tomada ante el golpe de Estado dado por el engendro a través del TSJ y con el apoyo del alto mando militar comunista que está al frente de la FAN, pero ya es demasiado tarde; el daño causado es irreversible.
Además, es imposible por las propias actividades delincuenciales del régimen: corrupción generalizada, narcotráfico, alianzas con el terrorismo internacional, lavado de dinero mal habido, y aunado a eso las condiciones precarias en la calidad de vida del pueblo: inseguridad atroz y vertiginosa (organismos de seguridad del Estado conjuntamente con el hampa común); altos índices de mortalidad ciudadana y de miseria colectiva; estanflación nunca vista en la economía nacional; una deuda externa colosal donde prevalece “los acuerdos leoninos con china” donde se contrajo un compromiso de entrega de petróleo por más de cien años; la quiebra de PDVSA; la venta del oro de manera inescrupulosa de nuestras arcas nacionales, sin correspondencia institucional, pero con denuncias formales de responsabilidades, que han coadyuvado a la caída vertiginosa y sospechosa de las reservas internacionales a casi cero; los depósitos de miles de millones de dólares en bancos suizos sin la autorización de la república y las denuncias sobre la FAN de ser actores principales de los delitos cometidos; que el engendro y su partido de gobierno tengan la posibilidad de vencer, de manera legítima, cualquier elección.
Me cuesta creer que los comunistas en esas condiciones adversas y sin los recursos (que son pocos) provenientes de los barriles de petróleo para el proselitismo y la compra de voluntades, usados en otrora de manera inescrupulosa, acepten ir a ese proceso definitorio de cambio en el poder político, en unas ELECCIONES PRESIDENCIALES, donde me atrevo a pronosticar una abstención solo de un 5 o 6 por ciento. Ellos y los tontos útiles que le hacen comparsa quieren son elecciones parlamentarias, porque saben que eso no va a resolver el caos del poder y desmotiva la participación ciudadana. El pueblo quiere es cambio de gobierno, pero los “mercaderes” si alimentan que el régimen se mantengan en el poder. Ahora más que nunca la movilización ciudadana es indispensable y fundamental para demostrar la fuerza necesaria de la lucha reivindicativa por una sociedad mejor y de plena justicia social. Para que el engendro y la camarilla delincuencial que lo acompaña, acepten ir a ese proceso ELECTORAL PRESIDENCIAL constitucional; será el pueblo en la calle que definitivamente lo impondrá y necesariamente tendrá que contar con el respaldo de la gente honesta e institucional que aún queda en la FAN.
Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario