Un tribunal de comercio en Londres empezó a examinar este lunes a quién, entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó, considera legítimo representante del pueblo venezolano, paso previo para decidir sobre la devolución de mil millones de dólares en oro depositados en el Banco de Inglaterra.
Las audiencias, celebradas por videoconferencia debido a la pandemia de coronavirus, comenzaron con algunos problemas técnicos y deben prologarse un máximo cuatro días.
El primero se dedicará a los argumentos del abogado del régimen Nick Vineall, en segundo a la parte contraria representada por Andrew Fulton y los dos restantes a determinar si un juzgado comercial británico puede de hecho juzgar estas cuestiones con importantes implicaciones políticas y diplomáticas.
Calixto Ortega, representante del régimen de Maduro dentro del Banco Central de Venezuela (BCV) en Caracas, introdujo una querella en mayo ante un tribunal de comercio de Londres para recuperar más de 30 toneladas de oro que tiene depositadas en las cámaras acorazadas de la institución británica y asegura necesitar para luchar contra el coronavirus.
Pero el Banco de Inglaterra (BoE) afirma verse atrapado entre esta junta directiva del BCV y otra rival, nombrada por Guaidó, al que medio centenar de países –incluido el Reino Unido– consideran “presidente interino de Venezuela hasta que se puedan celebrar elecciones fiables”.
Por eso, antes de abordar la cuestión de la devolución del oro, valorado en mil millones de dólares, el juez Nigel Teare decidió que primero se determine, en una causa a parte, a quién reconoce el tribunal como legítimo representante de la república venezolana, propietaria última de los lingotes.
En la sesión telemática de este lunes, Vineall adujo que el Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, reconoce “inequívocamente” en la práctica al Ejecutivo de Maduro, aunque “no lo apruebe”, como lo demuestra el hecho de que trata con su Administración -a la que ha impuesto sanciones- y con sus embajadores en el Reino Unido y organismos multilaterales.
Por contra, Fulton mantiene que Londres reconoció a Guaidó a todos los efectos cuando en un discurso el 4 febrero de 2019 el entonces ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, lo determinó como “presidente constitucional interino de Venezuela hasta que se celebren elecciones creíbles”.
Vineall señaló que el Gobierno británico ha rechazado emitir un certificado para corroborar ante el tribunal su reconocimiento de Guaidó y se ha limitado a citar ese discurso, que, en su opinión, tiene “una formulación ambigua” y es solo un posicionamiento “político” y no legal.
Según el abogado, si más allá de posicionarse diplomáticamente a favor de Guaidó para presionar a Maduro, el Reino Unido reconociera y tratara al líder opositor como el jefe del Estado y del Gobierno de Venezuela, estaría “violando la legislación internacional”.
“El control del Gobierno de Maduro es estable y completo, y se extiende a todos los órganos del Estado”, declaró Vineall, cuya intervención se alargó casi toda la sesión de hoy.
Fulton, que protagonizará la jornada del martes, pide al tribunal que acepte la declaración de Hunt como prueba del reconocimiento de Guaidó y que no entre a cuestionar si los nombramientos efectuados por el líder opositor, incluida la junta paralela del BCV, son legales en el marco del derecho venezolano e internacional.
Este segundo aspecto de “justiciabilidad” -si la corte londinense tiene o no potestad para investigar la validez legal de los actos de Guaidó- centrará el debate entre las partes el miércoles y el jueves, antes de que el juez se retire a deliberar.
No se espera que el magistrado pronuncie su dictamen de manera inmediata y, en todo caso, se prevé que el proceso en su conjunto se alargue por sus ramificaciones legales y el precedente que sienta de cara a futuras peticiones de Caracas.
EFE