El Ministerio de Salud de Bolivia anunció este lunes que enjuiciará a los promotores de tratamientos con base a dióxido de cloro como cura contra la COVID-19, por los perjuicios que esa solución desinfectante ocasiona a la salud.
«Los promotores de estos irregulares procedimientos experimentales (no científicos) serán procesados con todo el rigor de la ley por atentar a la salud pública de la población», menciona un comunicado de la cartera de sanidad boliviana.
Hace varios días han circulado por redes sociales y por medios de comunicación testimonios de gente que ha señalado que la ingesta de dosis de dióxido de cloro, una sustancia desinfectante, les ha servido para superar la enfermedad.
A los testimonios de algunos periodistas y figuras públicas, como deportistas y varios médicos, se sumó la publicación de algunos protocolos que dan cuenta de las supuestas dosis que deben aplicarse.
Esos tratamientos se basan en un «protocolo preventivo», que se aplica ante la aparición de algunos síntomas de la COVID-19, y el «protocolo frecuente», aplicado a un supuesto «contagio agudo», según una combinación de cantidad de gotas de la sustancia en proporción al peso del paciente.
«Dichos protocolos no tienen una base científica, lo que representa que su aplicación pone en alto riesgo la vida del pueblo boliviano», señaló el Ministerio de Salud en relación a esos procedimientos.
Las expectativas sobre los supuestos efectos positivos del dióxido de cloro como antídoto a la enfermedad producida por el nuevo coronavirus ha generado que algunos servicios departamentales de Salud tomen la decisión de producirlo.
No obstante, también han sido varios los reportes en hospitales y centros de salud que han dado cuenta sobre los casos de intoxicación a causa del consumo de esta sustancia.
Al respecto, el Ministerio de Salud ha pedido a aquellas instancias sanitarias el «cumplimiento de las normas nacionales» y ha recordado que esta entidad central es la única «que puede emitir protocolos de tratamiento en forma oficial» en el país.
La discusión sobre los beneficios o perjuicios del dióxido de cloro se ha elevado al Parlamento boliviano, donde el Senado aprobó una ley que permite la fabricación masiva de la sustancia para combatir la pandemia, quedando pendiente su aprobación en la Cámara de Diputados.
A pesar de esto, organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) mediante su representación en Bolivia indicaron que el dióxido de cloro tiene efectos negativos en la salud de los que lo consumen.
Bolivia ha reportado en los últimos días sus mayores cifras de contagio por día por COVID-19, con 2.151 fallecidos y 59.582 contagios desde que la enfermedad fue detectada a principios de marzo.
EFE