Desde el 3 de julio de 2002, cuando nació la Asociación Civil Gente del Petróleo, no solo tuvo como propósito agremiar a los trabajadores petroleros para defender la meritocracia, sino también comprometerse con la sociedad civil para emprender una serie de acciones que apoyaran la visión de un país incluyente, sobre la base de cimientos fundamentales para su progreso como la cultura petrolera, la educación, el emprendimiento y las iniciativas privadas que respaldaran un país libre.
Los empleados petroleros de aquel entonces los caracterizó trabajar para crear valor a la nación y promover acciones o iniciativas que sirvieran al interés común, constituyendo eso un compromiso corporativo y personal inalterable y sin matices ideológicos, puesto que jamás dentro y fuera de la industria se ventilaban consignas o tendencias políticas individuales. El principio rector que definía la corporación eran las políticas y objetivos que siempre se planificaban a plazos de veinte años para explotar, refinar y producir y esto quedó patentizado en la producción de petróleo, gas y petroquímica que atendía todo el mercado interno y a los clientes del exterior, explica Beatriz García, Coordinadora Nacional de Gente del Petróleo.
“Hoy día, cuando Venezuela debería estar insertada en la nueva era tecnológica y digital, con una economía floreciente que favoreciera a los 30 millones de venezolanos, muestra el rostro más pavoroso de su historia y precisamente eso fue lo que advertimos los trabajadores petroleros tempranamente en el 2002, respecto a la politización de la industria, la desviación de sus funciones del negocio y la sustitución de la nómina de expertos por partidarios de una ideología. El tiempo nos dio la razón. Los resultados todos lo conocen”, expresó.
No vivimos tiempos fáciles
“Desde nuestra óptica las principales preocupaciones en nuestro país son la crisis económica y la incertidumbre que han agudizado la hambruna, pobreza y enfermedades truncando la cohesión social que alguna vez existió”, precisa Beatriz García.
Sin embargo, Gente del Petróleo se ha mantenido activa con una confianza firme en sus principios para afrontar el futuro con responsabilidad, con generosidad y rigor; pero también con reflexión y serenidad a pesar de que el régimen nunca honró los compromisos de los 23mil despedidos, se apropió de sus ahorros, les condenó a muchos a penas judiciales forjadas, al exilio y a otros a penurias indescriptibles.
Sin embargo, señala que en conformidad con todos los venezolanos que piden cambio se elaboró junto a otros profesionales del sector, el Plan Táctico de Emergencia (PTE) para rescatar la industria petrolera, del gas y petroquímica que postula entre sus objetivos primordiales propiciar la gobernabilidad, la estabilidad y la paz laboral. De la misma forma, detener el deterioro de PDVSA, estabilizar las funciones críticas y mantener continuidad operacional. Este plan también incluye optimizar la infraestructura y los recursos disponibles para generar mayor valor agregado posible y asegurar el suministro de petróleo, gas, gasolina, lubricantes, fertilizantes y otros productos terminados que los ciudadanos puedan adquirir sin la necesidad de hacer colas, pagar peajes o mostrar un carnet político.
Esa visión responde a un país de primera para ciudadanos de primera. “Porque sin dudas el progreso de una nación depende, en gran medida, del aporte de sus ciudadanos, de la fortaleza de su sociedad y del adecuado funcionamiento de las instituciones sustentadas en las libertades públicas”.
Desde la perspectiva de la Gente del Petróleo, para la nueva industria petrolera proponen tres etapas; que son su rescate, su estabilización y su transformación apoyada por expertos, los nuevos talentos, pero integrando además el capital privado y las nuevas tecnologías que viabilicen el sector insertado en un Estado Social y Democrático de Derecho para la convivencia en libertad. Todo esto incorporado a la Venezuela moderna con servicios públicos esenciales como educación y sanidad; equipado con una gran red de infraestructuras de comunicaciones y transportes de vanguardia, y que además garantice como pocos la seguridad de los ciudadanos y el respeto a la vida y a la propiedad.
Señala que Venezuela y su industria petrolera siempre gozaron de una posición privilegiada para las inversiones, el desarrollo y las relaciones internacionales gracias a sus recursos naturales y humanos. De modo, que todavía existen ventanas de oportunidades para producir profesionalmente los hidrocarburos y desarrollar a otros plazos las energías limpias que contribuyan a satisfacer la demanda con estos productos y servicios sobre la base de la eficiencia.
Una visión más realista y completa de cómo y hacia dónde puede marchar Venezuela plantea tener una conciencia clara y objetiva de nuestras fortalezas, ante el desafío de cambiar y transformar la situación actual con la participación de todos sin caer en los extremos.
“Este duro episodio de nuestra historia y de la historia de nuestro país es superable articulando la voluntad en torno al entendimiento, aceptando conscientemente que todos queremos y merecemos un cambio hacia lo mejor”. Y más nada apropiado que la sugerencia de su lema:
En Gente del Petróleo se tiene la energía para el cambio.
Nota de Prensa