Luego de la incursión del buque de guerra de Estados Unidos, USS Pinckney (DDG-91), en aguas jurisdiccionales venezolanas, el ministro de la Defensa, G/J Vladimir Padrino López, reiteró al Gobierno de Estados Unidos que “si cruzan la línea roja, recibirán una respuesta contundente de la Fanb”.
Así lo manifestó a través de su cuenta en la red social Twitter, donde compartió dos publicaciones vinculadas con este acto que constituye, a su juicio, «una violación del derecho marítimo internacional».
Sostuvo que el Comando Sur, en su comunicado, no consigue manera de desviar la atención de la realidad interna de EE UU jugando ahora al “barquito sin rumbo”, “a qué no me tumbas la pajita”.
Este accionar del Gobierno de EE UU es calificado por el ministro Padrino López de “vergonzoso” .
“Las infantiles declaraciones no son más que un acto de provocación. Reivindico la madurez y profesionalismo de la Fanb ante estos irresponsables actos y repito como lo dije en Carabobo: si cruzan la línea roja, recibirán una respuesta contundente de la Fanb por nuestra soberanía”, tuiteó.
Denuncia de incursión
El Gobierno venezolano denunció este jueves 16 de julio la incursión de un buque de guerra de Estados Unidos en las aguas jurisdiccionales del país, un gesto que calificó de un “inexcusable acto de provocación”.
La denuncia pública se realizó a pesar de que, según el propio Ejecutivo, el buque se encontraba a 16,1 millas de las costas venezolanas, cuando la jurisdicción de aguas territoriales se extiende 12 millas, lo que significa que quedaban 4,1 millas para que se produjera la incursión.
“El ingreso del buque estadounidense de manera furtiva en aguas jurisdiccionales venezolanas es a todas luces violatorio del derecho marítimo internacional y solo puede calificarse de un inexcusable acto de provocación, por demás errático e infantil”, señaló un comunicado de la Cancillería.
A juicio del Ejecutivo, esta acción es el resultado de la reciente visita del mandatario estadounidense, Donald Trump, al Comando Sur, un fuerte militar ubicado en Florida, donde el republicano mostró “su desesperada campaña por atraer el voto latino” en las elecciones del 3 de noviembre.
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