El presidente de la CEV, monseñor José Luis Azuaje, mostró su preocupación por la situación del pueblo venezolano, quien, dice, está a merced de las decisiones que se tomen las autoridades.
“A nosotros nos preocupa el hambre que está pasando el pueblo, la angustia que tiene ante una amenaza evidente y no tener certeza de que pueda ser atendido como debe ser, de manera médica e institucional, debido a que hay lugares, como en Zulia, donde están abarrotados los espacios institucionales. Pero sobre todo es el sufrimiento que tiene el pueblo que cada día pues le ponen mayores cargas, cada día aparece algo nuevo, alguna instancia dictamina una norma, etc. Entonces, ¿para dónde va a caminar? Es casi como tenerlo enjaulado, a merced de cualquier decisión que se tome”, señaló Azuaje.
Precisó que en la CEV están todavía en un “proceso de reflexión” en cuanto al tema de las elecciones parlamentarias. Adelantó que quieren tener un pensamiento conjunto y que será debatido esta semana en la Asamblea Nacional de Obispos.
Iglesia pobre
Azuaje subrayó que la Iglesia venezolana es sencilla y pobre, porque no tienen muchos recursos. Esto, tras recordar la cooperación que se tenía entre la CEV y la Santa Sede que ya dejó de existir.
“Hubo una cooperación mutua entre instancias del Estado y en un momento hubo una ruptura y se perdieron beneficios. Quedan algunos, pero en salud, organización, ya no se dan”, indicó.
Por tanto, señaló que a lo interno siempre están bajo un proceso de “renovación”. “Estamos ubicando los errores para servir mejor al pueblo de Dios”, acotó, entrevistado por Román Lozinski.
Noticiero Digital