El actor de Broadway, Nick Cordero, conocido por sus papeles en “Rock of Ages”, “Waitress”, “Bullets Over Broadway” y “A Bronx Tale The Musical”, murió este domingo después de luchar contra las complicaciones de COVID-19 durante varios meses. Tenía 41 años. Su esposa, Amanda Kloots, hizo el triste anuncio en su cuenta de Instagram.
Cordero estaba internado desde el 31 de marzo en el Centro Cedars-Sinai de Los Ángeles. Pasó varios meses en coma y los médicos tuvieron que amputarle la pierna derecha. En las últimas horas su salud había empeorado y estaba a la espera de trasplante doble de pulmón para sanar las secuelas críticas que le estaba dejando la enfermedad.
“Mi querido esposo falleció esta mañana. Su familia lo rodeó de amor, cantando y rezando mientras salía gentilmente de esta tierra”, escribió su mujer, Amanda Kloots, en redes sociales apenas días después de anunciar que el actor había dado negativo a la prueba de la COVID-19 pero con graves secuelas.
El tratamiento de Cordero, de 41 años y nominado al premio Tony, ha sido muy seguido en Estados Unidos ya que era una figura reconocida en el circuito de Broadway y no tenía problemas médicos previos, según su familia.
“Estoy incrédula y con mucho dolor. Mi corazón está roto ya que no puedo imaginar nuestras vidas sin él. Nick era una luz tan brillante. Era amigo de todos, le encantaba escuchar, ayudar y especialmente conversar. Fue un actor y un músico increíble. Amaba a su familia y amaba ser padre y esposo. Elvis y yo lo extrañaremos en todo lo que hacemos, todos los días”, agregó.
Esta semana, su esposa detalló en una entrevista televisada que el actor habría necesitado un trasplante doble de pulmón para recuperarse de la enfermedad, por la que llegó a estar en coma y se le tuvo que amputar una pierna.
Su esposa Kloots afirmó que desconocen cómo se contagio de la enfermedad. “Supimos que debido a la COVID-19 los pulmones de Nick están severamente dañados. Parecía que como si hubiera sido fumador durante 50 años”, añadió.
Al hospital ingresó con síntomas de neumonía, aunque luego se comprobó que tenía coronavirus. Además sufrió un shock séptico y tuvo dos pequeños derrames cerebrales. Los médicos habían decidido colocarle un marcapasos temporal.
Tras semanas de hospitalización las cosas empeoraron de manera drástica, ya que Cordero no estaba solamente inconsciente, sino que la circulación de la sangre a su pierna derecha se vio comprometida. Los doctores le administraron anticoagulantes, que no dieron el resultado esperado. Horas después tuvo una hemorragia interna en su intestino, por lo que le quitaron el medicamento. Desafortunadamente, esto causó de nuevo problemas con en una de sus piernas, por lo que Kloots aceptó la decisión de los médicos de realizarle una amputación.
“Es un verdadero superhéroe. Quiero decir, recorrimos un gran camino. Él está allí y todo se ve bien. Es como si no quisieras emocionarte demasiado porque ha sido un camino así. Pero por eso digo que todavía estamos en un camino muy largo, pero en los comienzos de la recuperación”, había contado Kloots en ese entonces.
Sin embargo, el cuadro de Nick volvió a agravarse. Para Kloots, fue una pelea minuto a minuto. “Este virus no lo va a deprimir. No es así como termina su historia, así que les pido que nos mantengan en sus pensamientos y oraciones. Gracias”, dijo entre lágrimas en el vivo de Instagram, que reprodujo CBS.
Hasta el momento no hubo información oficial del centro médico en el que estuvo internado Cordero.
La carrera de Cordero comenzó en 1994 cuando interpretó a un soldado de la mafia con talento para lo dramático en la adaptación cinematográfica de Bullets Over Broadway, de Woody Allen, por la que recibió una nominación al premio Tony al mejor actor protagonista de un musical. Luego se mudó a Los Ángeles para protagonizar Rock of Ages.
En la televisión, apareció en varios episodios de Blue Bloods y en La ley y el orden: Unidad de Víctimas Especiales, así como en Lilyhammer. Además tuvo un papel en la película Going in Style.
Infobae